2. Las Regaderas andantes no andan

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Las esperanza de estar secos se esfumaron, al ver cómo todos los chicos rápidamente formaban una fila, dejándolos a ellos nueva mente atrás.

-Ni que tuviésemos lepra- murmuró la niña de pelo negro fastidiada. Ella se encontraba al lado de Delphini, siendo ella la única en escucharla.

Delphine la miro de reojo, la niña seguia empapada como ella, pero no tanto. Eran casi de la misma estatura, siendo Delphini la más alta. El cabello de la chica, comenzo a endurecese como lo que le estaba pasando al suyo.

Los cuatro olían a algas, o a pescado podrido, eran un asco. Ellos no esperaron que su primer día en los terrenos de Hogwarts, sea tan aguastico*.

Se formaron en la fila, siendo Delphini la penúltima. Su cabello, como el de los demás, goteaba a más no poder y se le pegaba al uniforme y al cuerpo.

Los cuatro parecian regaderas andantes, cada que caminaban, regaban el suelo del lugar.

Luego de cinco minutos, las puertas se abrieron. Y los niños comenzaron a caminar.

Los cuatro del fondo, trataban inútilmente de parecer los más decentes posibles, aunque les resultaba difícil mantener la cabeza en alto y tratar de no resbalarse por el agua que regaban al caminar.

Cruzaron las puertas del Gran Comedor, viendo las velas flotar encima de ellos y más arriba, constelaciones. Habían cinco mesas en el salón, cuatro que supusieron eran las mesas de las casas y una al fondo, la mesa de los profesores.

Todo el Comedor presto atención al grupo de niños que entraba en fila al lugar. Pero, al final de ella, cuatro niños empapados, trataban inútilmente de no resbalarse y tratando en teoría de verse lo mas normales posible. No funcionó.

Los que notaron como se encontraban los niños, no tuvieron piedad. Se carcaguearon, se codearon entre ellos, apuntando a los pringados que se callerón del bote.

Los profesores, no pudieron notar ese detalle, y la directora McGonagall pidió que guardasen silencio, para comenzar la selección de casas.

Un profesor rubio se encontraba frente a ellos y su lado un banquillo, y en el reposaba un viejo sombrero, que comenzó a se tiempo una canción destruye tímpanos.

El profesor rubio se presentó como Neville Longbottom, mientras llamaba a los alumnos para que se sentarán en el banquillo y les pusiera el sombrero para ser seleccionado en una de las cuatro casas.

Ya habían pasado varios niños, y todavía ninguno de los cuatro niños regadera avía sido nombrado.

-Jackson, Mark.

El niño de cabello castaño, que se encontraba detrás de Delphini camino al frente, y en el proceso regando el suelo de agua.

Los alumnos de Hogwarts no pudieron aguantar la risa, al ver al chico totalmente empapado. Y fijaron su vista en los tres niños que seguían empapados.

El profesor Longbottom, abrió los ojos, sorprendido al verlo totalmente empapado. Y rápidamente tomo su varita y lo seco.

-¡Gryffindor!- se oyó la escandalosa vos del sombrero. Y la casa de los leones victoreo al niño que seguía oliendo a pescado y algas.

Mark Jackson de sentó en la mesa de los leones, y sus compañeros de casa al sentir el nauseabundo olor que desprendía, se alejaron tan rápido de él, como si contrallese la viruela de dragón.

Siguió otro niño, que se resbaló debido al agua. Sufriendo la peor vergüenza de todas; caerse frente a todo un colegio.

Algunos cerraron inconscientemente los ojos, sabiendo el destino que sufriría el niño. Se escuchó un golpe. El niño rápidamente se levantó como si no ocurriera nada y como si caerse en frente de todo un Colegio fuera de todos los días.

Delphini RiddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora