Fortaleza

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De alguna manera habían salido ilesos de la fortaleza, todavía no había una vista perfecta de todos los cazadores vivos pero al menos tres pilares y el usuario del aliento de la danza del dios del fuego habían salido sin mucho daño de ahí.

Acabaron en una ciudad que no reconocía, lo primero que hizo al despertar era saber si todos seguían vivos, menos mal que si, no había bajas de sus compañeros aunque no sabía que era de sus compañeros con máscara de jabalí y el rubio llorón pero debía suponer que se encontraban bien, después de todo lo que habían pasado, estaba seguro que estaban a salvó.

Muzan resurgió de los escombros claramente molestó por el pequeño show que se habían montado, aunque bueno, al menos lo habían sacado a la superficie, un punto para los cazadores que tenían una cierta ventaja de poder ganar. Sin embargo, a pesar que tres pilares atacaron al mismo tiempo y lograron asentarle un golpe, este ni se inmutó. Es más, el pilar de la serpiente le atravesó su espada en la cabeza pero no tuvo ningún efecto en él, su regeneración era tan jodidamente rápida que pasaba la espada y enseguida la herida cerraba.

Todo estaba perdido.

Los tres siendo blancos fáciles para el demonio mayor al estar tan cerca de este, se desesperaron al no saber cómo salir de esa.

-¡Todo aquel que pueda moverse, protegan a los pilares!- los cazadores de distintos rangos pero no tan sobresalientes fueron escudos, escudos humanos para proteger a las personas que admiraban y respetaban -¡Los pilares nos han salvado incontables veces, es hora que nosotros hagamos lo mismo por ellos!- bastantes cuerpos caían ante los ojos de los cuatro sobrevivientes sorprendidos de la acción de sus camaradas.

-¡No... Esperen!- intentaron detenerlos pero de nada sirvió, ellos estaban decididos a dar su vida por ellos.

-¡Ustedes son la esperanza y los únicos capaces de derrotarlo... No podemos permitir que mueran tan fácilmente!-.

El de cabellos burdeos intento llegar a lado de sus compañeros, no podía darse el lujo de quedarse ahí siendo protegido mientras veía como personas morían frente a él cuando podría hacer algo para salvarlos.

Estaba enfadado.

Ya no quería más muertes, no quería defraudar aquellos que ya habían muerto en batalla por darle una oportunidad.

Debía seguir, arrastrándose, intentando camimar, correr, alcanzarlos, tomando fuerza para poder volver blandir su espada y hacerle frente al maldito que había traído tanto dolor en otros, iba a matarlo, tenía que matarlo porque sino... Más gente sufriría por su culpa.

Pero nada es fácil ni menos regalado en este frío y cruel mundo.

Su fuerza se desvaneció cayó para escupir sangre y comenzó a sentir un horrible dolor en todo el cuerpo y sentía que la mitad de su cara se quemaba ¿Qué le estaba pasando?

Con semblante serio y tranquilo Muzan les dió el aviso de la consecuencia si ellos eran heridos por él, siendo el ejemplo el amable cazador.

-Recibio gran cantidad de mi sangre pero eso no lo convertirá en demonio...- todos los pilares se quedaron inmóviles posando su vista en el joven cazador que se retorcía de dolor -Es un veneno para él, no lo mata al instante... Toma su tiempo para llevarlo a su muerte- sin cambiar su expresión continúo hablándole a los pilares -Kamado Tanjirou está muerto- sentenció como su última palabra, dando por muerto al niño que tanto problema le causaba.

Tomioka estaba en shock, no podía moverse de dónde estaba parado observando el cuerpo de su amado retorciéndose de dolor.

¿Otra vez iba a dejar que la persona que amaba muriera? ¿Solo mirar y sin hacer nada?

Drabbles/One-shot cortos [KNY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora