Drabbles/One-shot cortos [KNY]

Espérame y volveremos a intentarlo...

Dicen que después de la tormenta viene la calma pero ¿Por fin tuvieron su ansiada calma?

Todos al borde de la muerte debido a las heridas brutales que les había causado Kibutsuji Muzan.

El inesperado despertar de Kamado Tanjirou para entrar en acción y una vez más hacerle frente al demonio más fuerte de todos.

Una batalla pareja y que dejó con la boca abierta más de uno.

Dos contra uno.

Si, Kamado Nezuko llegó y junto a su hermano le hizo frente al asesino de su preciada familia.

Lograron entretenerlo hasta casi faltantes 5 minutos para el amanecer completo.

Con la última postura de la danza del Dios del Fuego y la técnica de demonio de la menor de los Kamado, lograron darle fin.

Los cazadores heridos fueron atendidos, Yushiro hizo hasta lo imposible para darle la última medicina dejada por Tamayo para convertir un demonio en humano.

Nezuko no se había convertido por completo en humana, Tanjirou iba a cumplir su promesa a su hermana de traerla de regreso.

Yushiro se comprometió intentar rehacer la medicina.

Nezuko volvió a hacer humana.

A pesar de las desgracias, los pilares volvieron al frente.

Todavía había demonios que eliminar, los cazadores aún tenían que terminar con todo aquello que amenazaba a los humanos.

Tomioka Giyuu jamás volvió a estar solo, ahora era feliz con el mayor de los Kamado, aunque está felicidad fuera tan efímera como le había llegado.

Les tomo años acabar con todos los demonios, incluso más el poder tener la cura de esta.

Tanjirou siendo el último demonio de Kibutsuji Muzan, porque Yushiro era y será siempre el primer y último demonio creado por Tamayo.

A pesar de todo, parecía que incluso el tenía un periodo de vida, pero bueno eso paso muchísimos años después que Tanjirou se quedara completamente solo.

—De verdad que Muzan te convirtió en aquello que te dió inicio a vivir la vida de un cazador— sonrió.

—¿Jamás te lo creíste?— negó.

—Supongo que esperaba que envejecieras como yo— el chico acarició sus blanquecinos cabellos —Pero... Sé que al menos no cargaras con culpas— comenzó a toser alertando al peliburdeos —Cumpliste tu promesa, tu hermana volvió a ser humana— coloco su mano en la mejilla del menor —Aunque tuvo un costo mayor—.

—No me arrepiento— se adelantó —Sin embargo, hubiera amado seguir a su lado siendo humano— el anciano Tomioka negó.

—No importa si eres demonio, humano te seguiría amando igual Tanjirou— aquellas palabras provocaron que el demonio comenzará a llorar —No llores, por favor—.