El protagonista después de una traumática experiencia despierta en una casa extraña en una situación completamente desconocida al parecer en Japón siendo un estudiante de preparatoria al puro estilo anime harem y relacionándose con personas que par...
Akihiko: ¿Disculpa?, ¿no crees que esto va muy rápido?, ni siquiera sé tu nombre. Aunque no puedo decir que no me guste esta situación.
Nozomi: Yo-yo me voy. -Dijo mientras corría y me dejaba solo.
Cuando quise seguirla por instinto, la chica karateca apretó mi mano y no me dejó ir. Me miró a los ojos y me dijo "Soy Katsumi y estaría muy feliz si me dejara ser su esposa".
Akihiko: Wow, es realmente hermosa... ¡No, espera! No es momento para pensar en eso ¿Y cómo se supone que maneje esta situación?, será mejor ignorarla o aceptar... ¡No!, si acepto eso eliminaría la posibilidad del harem... Lo siento, acabamos de conocernos, no creo que eso sea factible para ninguno de los dos.
Katsumi: Entonces ¿no soy digna para ser su esposa?
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Akihiko: Tengo el presentimiento que diga lo que diga va a malinterpretarlo. Trataré de pasar del tema a ver si pierde interés. Se está haciendo tarde, entremos a clase.
Katsumi: Si ese es su deseo, vamos ahora mismo.
Entonces las cosas se volverían difíciles para mí. Entramos al salón de clases y todas las miradas estaban puestas sobre nosotros. Después de todo Katsumi estaba aferrada a mi brazo como si de mi novia se tratara.
Akihiko: Siento algunas miradas de odio... ¡Me quieren matar!, hasta ahora había pasado desapercibido porque nuestras interacciones eran después de clases o fuera de la escuela. Katsumi, las clases van a empezar, ¿te importa si me dejas ir a mi silla?
Katsumi: Está bien, nos veremos en el almuerzo.
Akihiko: Eh... Ya se fue sin que pudiera negarme.
Nozomi se la pasó mirándome y esquivando mi mirada, no he podido hablar con ella, Haru se la pasó mandándome miradas asesinas cada que podía y Akira se la pasó simplemente ignorando mi existencia.
Entonces llegó la hora, cual bestias tras su presa al tocar el timbre se acercaron las cuatro rodeándome.
Akihiko: Ho-hola. ¿Les parece si mudamos esta conversación a la azotea? Pon cara de estúpido.
Nos dirigimos a la azotea, no quería que armaran una escena de celos entre ellas frente a los demás, suficiente odio me había ganado con esa entrada.
Haru: Ey, idiota, explica qué está pasando.
Akihiko: Aunque me pidas eso, ni yo mismo entiendo lo que pasa.
Nozomi: ¿Te vas a casar con ella?
Akihiko: Gracias, Nozomi, siempre ayudando con tus explicaciones sin contexto.
