𝑰 𝑪𝒉𝒂𝒏𝒈𝒆𝒅 𝑭𝒐𝒓 𝒀𝒐𝒖 [Yoonmin]

Capítulo 07.

Jimin pasó a su hogar sin cerrar la puerta, iba con la cabeza gacha, mordía sus labios y sus manos no dejaban de moverse. Yoongi terminó de entrar a la casa para cerrar la puerta detrás de él con una sonrisa.

—Aquí tienes, Yoongi hyung —un triste rubio dijo, tomando la chaqueta que se encontraba en el sillón para entregársela al mayor.

Yoongi la tomó sin decir nada, pero quedándose parado en su mismo lugar, sin moverse, mirando al menor que se mantenía mirando al suelo.

—Deja de morder tu labio —había dicho con voz rasposa.

Jimin elevó la mirada, mirándolo sonrojado y soltando su hinchado y rojo labio. Yoongi se mofó en sus adentros, era hora de avanzar un poco más.

—Estás tentando al diablo, Jimin —dijo, mirándolo fijamente.

—Y-yo...

Yoongi avanzó dos pasos, notando como Jimin retrocedía tres mientras su mirada se mantenía en la suya.

El pálido decidió sacar una de sus mejores cartas. Miró los labios del rubio para después relamerse los suyos. Jimin sintió que sus piernas le temblaban y su corazón se aceleraba. Yoongi siguió caminando hasta acorralarlo en una de las paredes.

—Fuiste bueno, bebé —susurró muy cerca de su rostro para alejarse y darse la vuelta.

Jimin se quedó ahí, mirando como aquel chico salía de su hogar. Su cuerpo al fin dejó de responder, cayendo lentamente de espaldas a la pared. Su corazón latía demasiado, todavía podía sentir la leve loción de Yoongi combinada con un toque a tabaco que por alguna razón no le desagradaba. La imagen explícita de Yoongi relamiendo sus labios después de mirar los suyos descaradamente, estaban causando una reacción extraña en él y en su cuerpo. No podía ser verdad, Yoongi era como su debilidad.

[🖤]

Jimin le escribió a Taemin desde el día anterior hasta ese momento y no contestaba sus mensajes, ni siquiera los leía, le molestaba, pero sentía más triste, lo peor es que no comprendía que había sucedido, no sabía si había dicho algo mal el día anterior, pero debía encontrarlo y disculparse por lo que fuera que había pasado.

—Hey, Jimin, esto es para ti —la chica le entregó una cajita decorada con muchos stickers de pollitos y figuras bonitas, junto con un lindo listón decorando el paquete—. Pastel de fresa, tu favorito.

—Muchas gracias, Sunmi —le sonrió grande mientras tomaba el paquete—. Me aseguraré de que no quede nada. Lo disfrutaré.

—Me alegra saberlo, corazoncito —sus ojitos brillaban con felicidad.

—Sunmi, espera un poco —la detuvo antes de que se fuera—. ¿Vino Tae a clases? Hoy no compartimos horario y de verdad me urge encontrarlo —hizo puchero, maravillando a la chica que casi saltó a tocar sus esponjosas mejillas para después llenarlo de besitos y cantarle una nana.

—¿Taehyung? Ah, sí, ese tonto vino, pero solo terminó de pasar lista el profesor y se marchó ¿Te está molestando ese idiota? —como una mamá molesta había saltado para defender a su pollito.

Jimin negó repetidas veces, sonriendo ante aquello.

—No, no, busco a Taemin... Sabes que yo no me acerco a Taehyung, de hecho, nadie en esta Universidad me deja acercarme —rio apenado.