Capitulo 1

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*Te haz comunicado al teléfono de Mercedes Gonzales, en este momento no puedo recibir tu llamada, deja un mensaje después del tono, bye*

— Mer, se que anoche me comporté como un idiota en la fiesta de Tyler, por eso quiero pedirte disculpas, hermosa Mercedes ¿Podrías perdonarme? Sabes que tu eres mi maldita debilidad, esta noche haré una cena con los chicos, quiero que vengas. Te estaré esperando, realmente quiero volver a verte ¿Cómo se corta este mensaje?

La noche llegó a su punto de apogeo y aún no tenía rastros de ella. Mientras más la llamaba más ignorado me sentía, los chicos ya estaban ebrios y muy drogados como de costumbre, a mi me temblaban las manos y no paraba de caminar de un lado a otro.

— Abel ¿Qué demonios te pasa?

— Mercedes no contesta mis llamadas.

— ¿Quien es Mercedes?

— ¿No te acuerdas de Mer? La colorada de cabello corto con vestido rojo.— Tyler le recordaba de mi amada a mi amigo Adam.

— Si me acuerdo de ella pero ¿Cual es el problema? ¿Quieres que llamemos unas putas? Puedo solucionarlo en dos segundos.

— Abel esta obsesionado con esta muchacha, siempre que termina de coger con alguna puta va a buscarla.

— No hay caso, no atiende el teléfono ¿Es muy tarde para ir a su casa?

— Te lo dije, ella siempre hace lo mismo, lo ignora, lo deja en espera y luego se va con otro hombre. Amigo ven a jugar con nosotros, déjala ya.

— Seguro esta con el estúpido de anoche.— Me senté en el sofá y escondí mi rostro con ambas manos.

— Osea que ella es igual que él, ¿Eso quieres decir?— Podía escuchar la conversación entre Tyler y Adam pero estaba demasiado molesto como para interferir.

— Ella es peor. No tiene millones, no se droga, asiste a casi todas las fiestas que vamos y a la mañana siguiente actúa como si no lo conociera.

— Ustedes no lo entienden, ella esta enojada conmigo porque bese la boca de una de las putas. Teníamos un acuerdo y yo lo rompí.— Mis amigos se quedaron en silencio así que continué hablando de ella.— Nuestro acuerdo es que yo puedo cogerme a todas las putas que quiera pero sólo puedo besarla a ella, sólo puedo dormir hasta la mañana siguiente con ella y la cague. Es que estaba tan drogado y esa morena... No quería que me besara yo la estaba viendo a ella. Como bailaba con ese estúpido, maldita sea debe estar cogiendosela en este momento.— Le pegué una patada a la mesa de cristal rompiéndola en mil pedazos.

— Tranquilo hermano, si tienes ganas de coger puedo llamar a unas chicas.

— No quiero ninguna prostituta, la quiero a ella.— Grité lleno de furia.

Mis hermanos tomaron sus autos y salieron de mi mansión, me quité la ropa y me acosté en la cama que aún tenía su aroma. Estaba enojado y excitado, con dificultad logré conseguir el sueño, a la mañana siguiente, el aroma del almuerzo que cocinaba mi ama de llames me despertó. Bajé en ropa interior y me senté a comer, tenía un fuerte dolor de cabeza y el estómago vació. Tomé mi móvil y volví a llamarla.

— ¿Qué quieres Abel? Estoy trabajando, no puedo hablar ahora.

— Cariño no viniste anoche, te extrañé.

— Estaba muy cansada como para ir a otra de tus fiestas.

— No era una fiesta, era una cena entre amigos. Te esperé toda la noche.

— Lo siento, te recompensare luego ahora tengo que seguir trabajando.

— ¿Nos vemos esta noche?

Tell your Friends | The WeekndDonde viven las historias. Descúbrelo ahora