Dick

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Pasaron un par de días desde la escapada donde obviamente Damian y yo fuimos castigados, lo cierto es que el castigo no fue duro, simplemente debíamos ayudar a Alfred en las tareas de la casa. Desde luego nada comparado con los de mi tía.

El pasar tantas horas encerrada prendiendo un horno o limpiando platos me hizo entablar una mejor relación con Alfred y Damian, aunque la de este último fue en menor escala. Si bien era cierto que nos llevamos bien no faltaba las pullas que aveces pasaba a mayores y prolongaba nuestra semana de castigo. Alfred, por otra parte, era con quién mejor me llevaba y hablaba, talvez porque fue el primero en tratarme de forma amable o porque había enamorado mi apetito y paladar con sus espléndidos platos. Lo cierto es que por el momento mi vida en la mansión Wayne no era mala, pero de igual manera no debía de fiarme todavía, el hecho de que te traten bien por unos días no es razón suficiente para confiar en alguien o asegurar que es buena persona sin intenciones malas ocultas. Pero más haya de mi seguridad, también estaba la de ellos. La baraja se dividía en si eran consciente de quien era yo, porque si bien la familia Wayne podía saber de dónde procedía, también podían desconocerlo, y entonces estarían viviendo bajo el mismo techo de una hija de asesinos que no sabe si algún día podría ser reclamada por algún arrebato seguramente improbable por parte de su madre o incluso padre. En mi vida toda posibilidad tenía un porciento de ser algo probable a suceder puesto a que la estabilidad emocional y psicológica de mis padres era inexistente, y cualquier cosa te puedes esperar de una dependiente y un psicópata.

Con el señor Wayne era talvez con el que menos me habla, pese a sus continuas preguntas durante la cena, la cual era siempre a una hora bastante temprana, sobre las 21:30pm, y después de pasada la hora, toda persona con apellido Wayne desaparecía de la mansión, quedando únicamente Alfred y yo en ella. Aparentemente en esta casa yo no soy la única con secretos.

Justo en este instante me encontraba mirándome en el espejo, evaluado el uniforme que llevaba puesto. En mi antigua escuela no era necesario este requisito. Lo cierto es que sentía un horrible nudo en mi estómago provocado por los nervios. No sabría cómo sería mis compañeros o profesores y mucho menos al nivel educativo al que me enfrentaría. Nunca fui mala alumna, pero desde luego el nivel de mi antigua escuela jamás sería comparado con la escuela privada a la que hoy asistiría mediante un helicóptero dado a que está en Metrópoli (Ciudad cercana). Que eso era otra, ¿En helicóptero?, Era increíble que por alejarme unos cuantos kilómetros del que una vez fue mi horrible hogar las cosas cambiarán tanto.

-El helicóptero le espera señorita Lucy-Escuché la voz de Alfred tras la puerta. Agarré todo lo necesario para la escuela y salí-

-¿Nerviosa?-Dijo Damian, que me esperaba en el final del pasillo-

-No-Me límite a decir. Siempre he sido capaz de mentir y ocultar lo que siento, supongo que todo esto gracias a las barreras que tuve que levantar por culpa de mi tía como forma de protección, para fingir que todo lo que ocurría a mi alrededor no me importaba y tratar de tragarme yo misma esa mentira. Tanto fue así que al día de hoy aveces creo que más que ser yo misma soy un personaje que utilizo como escudo permanente porque por dentro estoy rota. Por eso aveces me pregunto si el hecho de mantenerme de pie a base de aparentar ser fuerte es algo que te convierte en ello, en alguien fuerte, o en un simple débil incapaz de mantenerse más tiempo en el campo de batalla-

-Lucy-Oí que me llamaba Damian mientras me tomaba por los hombros-

-Vamos-Dije mientras me soltaba de su agarre y comenzaba a caminar-

(...)

-¡Damian!-Gritó un niño emocionado cuando el helicóptero tocó suelo-

-Jon-Saludo de forma seca Damian al bajar del helicóptero de un salto-

Jon se acercó a mí para ayudarme a bajar-Soy Jon, ¿Y tú eres?-

-Lucy-Dije un poco más simpática que Damian-

-Es la nueva protegida de mi padre-Indicó Damian-

La alarma para iniciar la hora de clases sonó. Me despedí de Jon, el cual aparentemente es tres años menor que Damian y yo.

-Vamos-Ordenó Damian mientras comenzaba a caminar-Para tu suerte compartirás clase con el mejor alumno que esta penosa escuela jamás ha tenido-

-¿Quién?-

-Yo-Dijo con arrogancia-

(...)

Lo cierto es que los temas que eran explicado en las clases no eran nada de otro mundo o desconocido para mi, y durante las tres primeras horas antes del receso no hubo mucha interacción con mis compañeros o profesores.

Cuando el timbre sonó de nuevo la profesora que en esa hora se encontraba frente a la clase me llamó a mí y Damian para solicitarle a este último que me diera un tour por la escuela.

-Aqui la gente es poco amigable ¿No?-Dije dado a que nadie se acercó a mí para hablarme, puede sonar arrogante, pero de donde vengo era común que por lo menos los profesores insitará a los alumnos a conocer a la nueva o nuevo de la clase-

-Bueno, mejor así, son pocos lo que merecen que les hables en este lugar, la gran mayoría son niños pijos inútiles e inservibles-

-¿No tienes amigos?-Me atreví a preguntar, muchas veces el tener tacto no iba anclado a lo que salía por mi boca-

-Jon talvez, pero de resto aquí no tengo más, ni necesito, no son lo suficientemente buenos como para permanecer a mi lado-

-Aja, ¿Y yo lo soy?-Dije de forma burlona-

-Simplemente acató las órdenes que impuso la profesora-

-Pensaba que tú no seguías las órdenes, que tú las imponias-Dije alzando una ceja con diversión mientras repetía sus palabras dicha días atrás en un enfrentamiento contra Alfred de quien debía de limpiar esa noche... ganó Alfred-

Damian se puso algo rojo y cruzo sus brazos-Tal vez tú si esta algo cualificada para estar a mi lado- Declaró, provocando mi risa-

Me enseñó el instituto mientras hablamos, durante unos instantes se nos añadió Jon, pero apenas duró minutos antes de que sus amigos lo llamarán de nuevo.

El día pasó normal, nadie se me acercó y los profesores parecían decididos a dejarme libre de preguntas por ser el primer día, no como al resto de mi clase que se la paso contestando a todo lo que el profesor preguntaba alumno por alumno para comprobar si habían atendido a la clase.

(...)

Al llegar a la mansión jamás esperé encontrarme con un invitado el cual pertenecía a la estirpe Wayne. Aquel chico lo reconocí desde el momento 1, dado a que era uno de los tantos que aparecían en el cuadro familiar, y aparentemente el también me reconoció a mi.

-Tu eres la chica que salió corriendo-Afirmó mientras hacía referencia a la vez que me escape cuando un coche entraba a la mansión, seguramente el suyo-

-Soy Lucy-Dije dejando de lado ese tema-

-Dick-Dijo, a lo que no pude evitar reírme-Así me llaman- Recalcó divertido por mi reacción-

-Veo que se llevan bien-Interrumpió el mayor de los Wayne-Es hora de comer-

(...)

Tranquilos, no voy abandonar la historia, de hecho tengo pensada bastante cosas, lo que pasa es que desde hace un tiempo no tengo mucha inspiración pero intentaré ponerme al día.

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⏰ Última actualización: Apr 24, 2020 ⏰

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𝒽𝒾𝒿𝒶 𝒹𝑒 𝓆𝓊𝒾𝓃𝓃 ♛|Damian Wayne|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora