Nota I

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Cuando creímos haberlo perdido todo la vida nos permitió coincidir, tú tan rota y desesperanzada y yo con tantas ganas de no querer vivir; te conocí y algo en tus ojos me hizo reír, de lo loca que es la vida porque aún no habíamos vivido nada y ya no queríamos seguir.

Cuando tomé tu mano todo empezó a surgir, el mundo aunque seguía siendo jodido, contigo y tu sonrisa era lo más perfecto para mí.

Dedicatorias mentalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora