II: Pesadumbre

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El blanco y negro son dos colores casi opuesto.

Uno los hace ver mas claros y en todo su esplendor haciendode pensar en lo maravilloso que todo, en lo bueno, mientras que el otro lo oscurece y te recuerda el infierno y la oscuridad.

Y ese último le sucedia al joven Triton.

Se sentía en la oscuridad, su familia no estaba con el, habían muerto salvando a distintos seres acuáticos o incluso llendo a guerras contra los minotauros que querían apoderarse del mar, guerra que gracias a los "poderosos todoroki" lograron terminar, pero el no estaba incluido en ese "poderoso", el siempre fue el más débil de su familia.

Y a pesar de que pareciera que su padre no le mostraba afecto de cariño y que su madre actuaba un poco extraño jamás les falto el amor de ambos, se preocupaban de su salud y su cuidado, no eran malos seres acuáticos.

Pero cuando murieron tuvo que aprender a vivir en soledad.

Para su suerte su mejor amiga, una sirena muy bella y de curvas envidiables para cualquier chica, estuvo hay para él, vivían juntos, comían juntos, cazaban juntos, pero no bastaba para estar tranquilo.

El bicolor sólo quería a ese humano.

Sabía que era prohibido, pero lo prohibido siempre será tentador.

Nadie se había enterado de que estuvo con ese humano durante su desaparición, le contó a los "Mahitik" (quienes eran los encargados de controlar el mundo acuatico) que simplemente se había perdido intentando cazar algo, también les mintió diciendo que no se acercó a la superficie.

A si que dejaron de molestarle.

Y que bueno que ellos no le molestaran por que el solo podía hacerlo con esa sensación de haberse ido.

¿En verdad era mejor ese mundo que el suyo? O ¿Simplemente fue cegado por amor?

Los recuerdos y momentos que tuvo con aquél humano no fueron más que efímero haciendole sentir tristeza, estaba preocupado de no verle, de que él no le recordará, el bicolor pensaba en que era un amor unilateral y eso hacia que le doliera el estómago.

Pero ya no debía pensar en ello.

Decidió dejar de pensar en el rubio ceniza de actiud explosiva, de bellos ojos carmín y de perfecto cuerpo.

Poseidón ayuda al pobre triton que esta cegado por el amor de un humano, solo le basta escuchar su voz para no morir de desesperación.

Eso pensaba aquél chico, se cansó de sufrir, se cansó de pensar en aquel humano, ya había pasado un mes, sabía que ya no se verían, así que se com centro en otras cosas.

Se hallaba en una cueva mirando los minerales que habían allí dentro, también algunas piedras preciosas y vio una roja que le hizo pensar en el humano y la soltó, odiaba el sentorse así, el haber conocido esa sensación que le hacía sufrir.

- Aquí estabas Todoroki - Mencionó la mujer de cabello largo y negro acercandose a su amigo para verle de más cerca

- ¿Que pasa Momo? - preguntó sin voltear a ver a la chica

- Desde que volviste has estado algo triste...pero no vine a eso

- ¿Entonces a que? - pregunto mientras limpiaba el caparazón de una caracol

- Mi lanza subió a la superficie y no tenemos autorización de subir - habló la chica - Hablé con los Mahitik pero lo negaron y dijieron que era prohibida, si supieran que esta hecha por un Dios de la tormenta no dirían lo mismo - aquella lanza era demasiado importante para la joven, un dios de la tormenta la entregó a su primer decendiende y a de esa forma paso de generación hasta llegar con ella

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