KIRIBAKU WEEK 2020

"AU Libre y Escuela"

En su mente sólo un nombre rondaba una y otra vez por su cabeza, detestaba aquello pues no le permite concentrarse en las clases. "Kirishima Eijirou", vuelve a escribir en su libreta. Era la quinta hoja que llenaba con aquel nombre, estaba jodidísimo, ¿qué mierda era lo que le pasaba? Nunca se había interesado en nadie y ahora venía ese imbécil con su encantadora sonrisa, sus enormes ojos, sus putos músculos bien trabajados y...

—¡Bakugou Katsuki!

—¡Pelos de mierda! —Se levanta sobresaltado, golpeando su pupitre con las palmas de las manos.

Escucha las risas de sus compañeros, medio discretas pues, ¿quién se atrevería a burlarse del chico explosiones? Ah, sí. Su séquito de babosos, aquellos que se carcajean a mandíbula suelta. De sus manos salen pequeñas explosiones, mantiene la mirada baja pues no quiere toparse con Kirishima, además que quería evitar que vieran su sonrojo, el cual se extendía de oreja a oreja.

—No, esa no es la respuesta. Presta atención —asevera Aizawa, girando de nuevo al pizarrón.

Vuelve a tomar asiento, recarga su brazo en el pupitre, colocando su cabeza sobre este, cubriendo la misma con su brazo libre. ¡Había quedado como un completo idiota! El resto de la clase se la pasa con la barbilla pegada a la mesa, prestando total atención al profesor Aizawa. Sabe que ha bajado el rendimiento, en todos los aspectos que la escuela demandaba, detestaba sentirse así, ¿cómo mierda lo permitió?

—Bakugou —Aizawa le llama cuando pasa frente a él.

Era la hora del descanso, y su squad le esperaba en las puertas del salón. Cuando se acerca al profesor, les echa una mierda, Kirishima la entiende, se despide con una sonrisa antes de llevarse a los otros y dejar a Bakugou y Aizawa a solas.

—¿Qué?

—Los demás profesores me han comentado que has bajado tu rendimiento. ¿Te sucede algo?

—No —desvía la mirada.

Aizawa sabe que Bakugou se ha puesto a la defensiva, pues ha cruzado también los brazos y su postura le indica que en cualquier momento se marchará corriendo. Suspira, no quería presionarlo, pero tampoco quería dejarlo, sabía que algo le pasaba, y debía ser algo grande, ¿al chico que gritaba a los cuatro vientos que era el mejor y que sería el héroe número uno han dejado de importarle las clases y el entrenamiento? Sí, claro.

—Bakugou, sé que te sucede algo. Cuando estés listo para contarme, buscarme, que estaré aquí para escucharte —le aprieta el hombro antes de salir.

Exhala el aire que no sabía que retenía, el miedo ha querido salir y contarle toda la mierda que le pasaba. Sabe que tiene más de un sentimiento luchando por resolver ese puto problema que le atormentaba, pero su terquedad era más fuerte, él mismo resolvería la atracción que sentía por Kirishima, la enterraría, la mataría.

Durante el receso, mantiene la vista puesta en su emparedado, sus oídos captan las estúpidas risas de quienes lo acompañan y las idioteces que salen de sus labios. Si quería comenzar a hacer mierda sus sentimientos, debía comenzar por ya no juntarse con ellos, o más bien, no dejarse arrastrar. Pondría distancia, no le ayudaría a estudiar, no volverían a entrenar juntos, ya tenía suficiente de esa puta mierda, así nunca lograría su objetivo: "Ser el jodido héroe número uno".

—¿Verdad que vas a ayudarnos con la tarea de ciencias? —Le pregunta Kirishima, rodeándole los hombros, con esa puta sonrisa que siempre usa para convencerle.

Desvía la mirada antes de que su atracción por ese imbécil se haga presente y acepte son pensarlo, aún cuando ha llegado a un acuerdo consigo mismo.