Sigo a Min Young hasta una puerta cerrada con llave, tras ella hay una habitación más austera que las demás, deduzco que no está destinada a los huéspedes del hotel. Hay varios armarios, baúles y muebles de diferentes estilos. Min Young abre uno de los armarios y saca una maleta que coloca encima de un baúl: "si quieres, puedes examinar su contenido", me dice. Enseguida entiendo por qué; la maleta está en bastante mal estado pero al lado de la empuñadura se adivinan tres iniciales.
KSJ. Kim Seok Jin.
Min Young me observa con atención; no sé si le divierte o le incomoda que hurgue en el pasado de su familia de esta manera. Le pregunto si puedo tomarle una foto a ella pero se niega rotundamente.
Le doy la espalda y contemplo la maleta como si fuera un tesoro, el resto de un naufragio que las olas han hecho llegar a mis pies en una playa remota. ¿Qué encontraría dentro? ¿Estarían allí las respuestas que buscaba o habrían aún más preguntas?
Finalmente la abro y esto es lo que me encuentro: carpetas, papeles y un pequeño maletín. Min Young me dice que no preste atención a las carpetas ya que no tienen ningún interés para mí, es en el maletín donde está todo lo que necesito. Y cuando lo abro...
¡Fotos! Docenas de fotos de todos los tamaños, temas y épocas. Un montón de instantes inmortalizados en celuloide, caras anónimas, paisajes exóticos, instantáneas familiares... ¡hay de todo!
Al parecer hace años que las fotografías están ahí guardadas, la mayoría las encontraron cuando reformaron el hotel; las metieron en el trastero para organizarlas un día, pero como suele pasar, ese día nunca llegó. Min Young está segura de que alguna fotografía de mitad de siglo habrá y me invita a buscarla. Yo miro el interior del maletín abrumada, ¡ahí puede haber tranquilamente 200 o 300 fotos! Me puedo pasar horas examinándolas...
Min Young sonríe: "cuando te canses, puedes bajar a cenar al restaurante"; y dicho esto, se va. Una vez sola saco todas las fotos del maletín y me pongo a clasificarlas como buenamente puedo. Y así es como se hace de noche, con una incauta encerrada en un trastero en una esquina de Corea del Sur empeñada en contar una historia de amor. La tarea me toma más tiempo del esperado y bajo al restaurante sin haber terminado; vuelvo a cenar demasiado –vaya novedad– y decido continuar al día siguiente.
Esa noche me cuesta conciliar el sueño. Me quedo un buen rato mirando la ventana desde la cama y preguntándome cuantas veces habría hecho Kim Seok Jin lo mismo, hace más de 70 años en esa misma habitación. Y no puedo evitar preguntarme qué carajos hago yo aquí, ¿he dejado que esto se me vaya de las manos? ¿He desatendido mi regreso a Busan persiguiendo un espejismo? ¿Por qué necesito saber la verdad de esta historia que ni me viene ni me va?
¿Tanto necesito creer en el amor?
La luz del alba me despierta bien temprano y vuelvo al trastero sin desayunar. Tengo que aprovechar el tiempo: no me puedo quedar más días en Ulju, hay que resolver el misterio hoy o me iré sin respuestas.
Y nada más empezar encuentro la primera fotografía. Es de dos oficiales y un soldado, reconozco a Seok Jin de inmediato junto a los oficiales con su habitual rostro de "en vaya jardín de flores me he metido".
Entonces encuentro la segunda foto, es un pelotón del ejército de la República de Corea: un grupo de jóvenes soldados posando orgullosos con sus uniformes impecables. Seguramente ahí ni siquiera habían disparado una sola bala todavía.
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La tumba de Ulju ~NamJin~
FanfictionAcabo de regresar de un viaje de trabajo, algo pequeño, pero que ha cambiado mi vida en enormes proporciones. No creo poder vivir nuevamente un invierno sin recordarles, tampoco quiero. Y de igual forma, me niego a seguir viviendo sin contar su hist...