Escabeche

Sexto

Llenaron una bolsa con algunos de los huesos del cofre y la llevaron al bote, con Vincent justo detrás de ellos, pisándole los talones, feliz por la aventura.

Will ayudó a Hannibal a subir al bote primero y luego al perro, uniéndose a ellos con un pequeño salto. Desató la cuerda y luego el ancla.

Will dio la vuelta para comprobar las velas y el mástil, y se movió rápidamente, para que no estuvieran en el agua en más de veinte minutos después.

"Esto es bastante agradable" admitió Hannibal, una vez que estuvieron lo suficientemente lejos en el agua donde no podían ser vistos.

Hannibal miró por encima del amplio horizonte y sopesó la bolsa de huesos con rocas que se habían llevado con ellos.

"Es un clima agradable" Will estuvo de acuerdo, junto con la brisa que soplaba en su cabello, se podían ver mechones pequeños grises ahora a la luz del sol.

Hannibal miró a Will, embobado por la forma en que el sol lo alumbraba, y cerró la bolsa antes de dejarla caer por la borda.

"Te conviene"

"¿El sol?" sonrió Will sobre su hombro cuando Hannibal arrojó la bolsa.

"El sol y el mar" dijo Hannibal, y se acercó a Will cuando la bolsa se hundió, profundamente en el océano. "Este país es extraño e ingenioso..." envolvió ambos brazos alrededor de él por detrás.

Will condujo el pequeño bote mientras navegaban, y Vincent miró por el costado, no lo suficientemente valiente como para saltar, afortunadamente.

Will se recostó contra Hannibal, suspirando contento.

"Odiaría tener que irme..."

"Como lo haría yo" suspiró Hannibal, y besó la sien de Will mientras el sol caía sobre ambos. "Ha pasado algún tiempo desde que tuve un hogar"

Will giró la cabeza para mirar a Hannibal por el rabillo del ojo, mirándolo con una sonrisa melancólica.

"No importa a dónde vayamos, siempre estarás en casa conmigo. Siempre tendremos eso"

Hannibal cerró los ojos y apretó la nariz contra la garganta de Will.

"Un hermoso sentimiento" susurró Hannibal. "Si el capitán descubre nuestras identidades, podríamos navegar alrededor del mundo..."

"Eso podría ser divertido. Podría necesitar algo más grande, más almacenamiento" ofreció Will, pensativo.

"No me opondría" tarareó Hannibal, y miró a Vincent donde había decidido tumbarse en la cubierta. "Vincent ya parece estar acostumbrado"

"Sería muy romántico" suspiró Will, melancólico, y luego se rió del perro. "Le gusta el bote, el agua..."

"Serías incapaz de adoptar más de ellos" bromeó Hannibal mientras colocaba un mechón del cabello de Will detrás de la curva de su oreja casi élfica.

"No, supongo que no. Al menos no hasta que abordamos y nos mudemos para siempre" sugirió Will, colocando un casto beso contra la mandíbula de Hannibal.

"O hasta que encuentres un sello mal alimentado" bromeó Hannibal mientras Will besaba su mandíbula.

A lo largo del día había crecido un poco de pesadumbre. El desaliño y su cabello despeinado, junto con las gafas que usaba, hacían que Hannibal se viera marcadamente diferente al médico elegante y con estilo que los medios conocían.

"¿Por qué tomaría un sello?" Will se rió, estirando la mano para tocar el costado de la cara de Hannibal con una mano, con amor.

"Son como perros" se rió Hannibal, y apoyó el rostro en la mano de Will, acariciándola. "Lo entrenamos para seguir a nuestro bote y alimentarlo con peces cuando saltará a bordo"