Al joven Lan WangJi le otorgan la tarea de visitar el clan Yunmeng Jiang para aprender nuevas técnicas y seguir su camino como cultivador.
Bueno, eso era lo que se esperaba...
¡Fue engañado! Realmente se había metido en un campamento para buscar a...
El zumbido de las moscas retumbaban antes el silencio inminente que se había formado en el lugar. De inmediato todos los ojos chismosos se posaron en Lan WangJi, para ver cómo reaccionaba ante tal confesión, en cambio, éste se mantuvo tranquilo, meditando, cómo si no hubiese escuchado tales palabras. A sus espaldas Wei WuXian oyó cómo susurraban lo atrevido y tonto que era al irrespetar de tal modo al joven WangJi.
"Pero si sólo quiero ser su amigo..." Susurró algo resentido.
Su hermano, el del ceño fruncido y aura de virgen, chasqueó al ver cómo sin haber empezado bien ya Wei WuXian andaba siendo el tema de conversación de los demás.
Sin embargo en el vocabulario de Wei WuXian no existen tales palabras como rendir, abandonar o desistir.
Wei WuXian: Lan Zhan yo te he... - Calló enseguida al ver cómo éste se dirigía hacía él.
Una sonrisa divertida apareció al instante.
Lan WangJi se posicionó en medio del salón y saludó cortésmente con una reverencia. Una voz serena y profunda resuena por el salón, ganando de inmediato la atención de las personas.
Lan WangJi:Yo, Lan WangJi de Gusu, nunca he tenido algún pasatiempo. - habló sin ninguna expresión.
Una vez más murmullos se escucharon. A Wei WuXian que estaba a su lado le pareció algo muy extraño y no dudo en preguntar.
Wei WuXian: Debe de haber algo que te llene de emoción al hacerlo, porque de no ser así, tu vida es muy aburrida. - Habló firme.
Lan WangJi bajó la mirada.
Ciertamente tenía entretenimientos, leía libros, prácticaba todos los días con su espada, realizaba las cacerías nocturnas, charlaba con su hermano, se dormía a las 9:00 PM y repetía el ciclo una y otra vez.
A simple vista cualquiera dirá que no es una rutina fastidiosa, y aunque a Lan WangJi no le molestaba, no podía negar el hecho de que aveces se sentía vacío, como si algo le faltara.
Otra voz desconocida se manifiesta.
¿?: Que momento tan conmovedor...- Habló un joven discípulo de la secta Lanling Jing.
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Unos lindos hoyuelos adornaban su rostro, grandes ojos resaltaban y con una inocente sonrisa se presentó.
Jin GuangYao: Saludos cordiales a todos mis amigos, si, puesto que ahora todos somos amigos, espero con todas ansías aprender en esta nueva experienc...-
¿?: Pft, no engañes a todos con esa sonrisa, hipócrita. - Interrumpió molesto un hombre macizo con bigote y mirada nada amigable.
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