Al joven Lan WangJi le otorgan la tarea de visitar el clan Yunmeng Jiang para aprender nuevas técnicas y seguir su camino como cultivador.
Bueno, eso era lo que se esperaba...
¡Fue engañado! Realmente se había metido en un campamento para buscar a...
Así es, Lan WangJi le había propuesto matrimonio al sinvergüenza de Wei WuXian, quién al escuchar esto casi cae para atrás.
Wei WuXian: Hm... Lan Zhan, ¿Te sientes bien? - Le preguntó tratando de calmar sus rápidos latidos.
El chico que yacía encima de Lan WangJi sentado en su abdomen, colocó la mano en su frente para revisar su temperatura corporal. No esperaba el hecho de que su amado rápidamente tomara su muñeca y le jalara aún más hacia él.
Lan WangJi: Casemonos.- Volvió y repitió con su voz profunda y un brillo intenso en su mirar.
Wei WuXian comenzaba a perder el control. Con mejillas algo sonrojadas habló.
Wei WuXian: No quiero... — Confesó esquivando su mirar.
Aunque Lan WangJi siempre mantenía una expresión serena, al escuchar la respuesta de Wei WuXian no pudo evitar arrugar fruncir el ceño.
Lan WangJi: Te aseguro que te haré feliz. — Habló lleno de seguridad. — No debes de temer.
Oh no, las palabras del Jade habían tocado en lo más profundo de su corazón.
Wei WuXian: No entiendes, es que... — Siguió oponiéndose.
Lan WangJi: ¿Cuál es el problema? — Preguntó algo confundido.
De repente nota como la expresión de Wei WuXian va cambiando a una más... ¿Dolorosa?
¿Qué estaba mal?
¿Por qué de repente lágrimas caían sin cesar del alma de Wei WuXian?
Sin saber qué decir, Lan WangJi levantó su mano y con sus dedos trató de remover las lágrimas en el rostro de Wei WuXian. Este último al sentir su toque colocó su mano contra la de Lan WangJi y la apretó a su rostro.
Lan WangJi: Yo no quería... — Fue interrumpido.
Wei WuXian: El p-problema es que...— Le miró con ojos llorosos. —Moriría de una inmensa felicidad. — Concluyó tratando de dar su mejor sonrisa.
Oh, esas eran lágrimas de pura felicidad.
Lan WangJi al verle sintió como su corazón se estrujaba. Ahí comprendió cuanto habían sufrido ambos en aquel periodo de los Wen. El chico tan hermoso como un dios se inclinó hacia Wei WuXian quién intentaba limpiar sus lágrimas, y sin aguantar más, besó sus labios.
A Wei WuXian al principio la timidez le invadía, pero después de dejar a un lado los pensamientos nostálgicos los besos se volvieron más profundos y apasionados.
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Sus lenguas jugaban ansiosas, de manera inconsciente Wei WuXian comenzó a mover sus caderas encima de torso de Lan WangJi, provocando jadeos por parte de ambos.
