En el planeta que habitan, merodean especies tan peculiares y complejas como el morbo del ser humano. su única bendición, AMEN. Un pez que se regodea en fango salado percibe algo, olfatea mejor. Acto seguido, pez visitante reparte besos en el ano de regodeador. Observa a través de su sistema respiratorio, el ano de regodeador. De un oscuro y anal vacío, resurge una mirada sublime, una visitante previa. Pez visitante ahora vive feliz de comer mierda y habitar en el recto-pulmonar de regodeador, con su encantadora esposa y sus cuatro hijos. ¿Cuantos humanos me cabrán para comer de mi ano si los supero sólo un poco?
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Las aventuras de Turbo Meco en el planeta Colapso
AdventureImposible limitar la vida del hombre medio, en un mundo absolutamente medido.