Mi nombre es Víctor Torres tenia 45 años de edad y digo tenía por que acabo de morir.
Morí por un disparo en mi corazón de unos ladrones, solo para después conocer a un dios que me reencarno en el mundo de One Piece.
En una celda oscura 500 metros de la ciudad Blood en una cama estaba una niña de 14 años de edad con el cabello.
La celda oscuro no era lo que aparentaba en el interior de la celda que era extremadamente reposada como un cuadro solo con una puerta de metal y un sistema de seguridad digital de huellas.
En el interior de la celda era muy Bonita la habitación consistía en una cama, mueble, televisor, nevera, 1 baño.
En el interior aparte de la niña una mujer de tez pálida que parecían con el cabello blanco y ojos hermosos.
"Señorita que haremos". Pregunto la mujer seriamente.
La niña solo suspiro. "No podemos hacer nada, solo esperar hasta saber cuando podremos ver el encargado de donde quiera que estemos". Respondí la niña que esta acostada en la cama.
...
...
-Después de una 1 hora-
-SHIIIII-
La puerta comenzó a silbar para abrirse y dejar ver a un hombre extremadamente alto con tarjeta y una máscara de metal que ocultaba su rostro.
Al ver al hombre la única que mostró hostilidad de las dos mujeres fue la mujer de pelo rubio pálido. Se puso delante de la niña y tomó posición de batalla.
...
...
Al entrar a la celda la primera raciones de las señoritas fue como esperaba. La guardaespaldas aún sin arma protegió a la niña.
Con rapidez note que la mujer era hermosa. Ella era de estatura promedio. Su cabello era rubio pálido corto y pestañas igualmente rubias que iluminan sus ojos oscuro. Su atuendo consiste en un corsé Lolita invertido con mangas largas, pantalones corto negros y medias negras largas, un par de botas altas negras. Era una mujer hermoso con una cara seria y fría.
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(Igual que imagen pero sin el cinturón ya katana)
Cosa que me hizo emocionar por dentro.
Y mis pensamientos fueron. "debo hacer a esta mujer mía"
Ante de que pueda hablar la señorita de atrás de ella hablo. "Tranquila Erica si nos quisiera matar o hacernos daño lo habría echo ya". Dijo la señorita.
"No lo creo, mis hombres no te hicieron nada por el simple hecho de que yo no me encontraba en el Imperio... pero eso puede cambiar". Dije solo para ver como las dos mujeres se tensaba.
Al ver que la rubia pálida apretaba los puños solo suspire. "pero por el momento solo quiero saber porqué han venido a traer caos en mi territorio". Pregunte solo para ver a la señorita.
Ella era una niña entre sus 14 años de edad. Ella tenía el pelo largo, rizado, rubios y ojos marrones. Con una figura delgada y pequeña, su atuendo consistía en una camisa Blanca con una corbata grande alrededor del cuello y una falda rodilla seguidos por un par de medias negras y unas zapatillas grises.
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"Disculpe señor Road Blood mi nombre es LorettaCristiano Amoodio es un gusto en conocerlo". Dijo la pequeña señorita con unacento italiano junto a una pequeña reverencia. Para después mirar a la otrarubia
"Mi nombre es Erica y soy la guardaespaldas de la señorita es un gusto conocerlo". Dijo fríamente la mujer.
Bueno con la sellar de mi mano entro un vampiro número con una taza de té y unos pastelitos. Dejando los en la mesa que estaba en la sala.
"Chicos espérame afuera de hablar con las señoritas". Ordene a los número para que saliera, después me senté en unas de la silla de la misa y miré a las mujeres. "por favor tomen asiento y hablemos tomando el té". Dije con una voz suave y cálidas.
Las mujeres se sentaron y aceptaron la taza de té que le habría brindado junto con los pastelitos.
Al beber el té y probar los dulce las señoritas se explotaron por la explosión de sabor. "es bueno saber que le gusta el té fue hecho por mi igual que los pastelillos". Exclame con el pecho en alto.
Ellas solo se sorprendieron por dentro...
Despues de unos minutos en silencio tomando el té la señorita Loretta hablo. "Señor Road estamos es su territorio para pedir una petición de mi familia". Dijo seria la señorita.
"Pero tengo entendido que solo usted queda de su familia". Respondí curioso. Por alguna razón la señorita su aura cambia a un estado triste.
"Así es, pero mientras yo siga viviendo la familia seguirá viviendo en mi". Dijo ella seria y con determinación. "señor quiero ser directa quiero pedirle que me ayude a destruir los piratas que mataron a mi familia para así reconstruir y construir el regreso de los Cristiano"
Sin ninguna duda la señorita habló con serie. Ocultando su miedo y dudas.
Ella era buena con el papel de jefe de la mafia pero tanto ella como su acompañante sabían que no tenían nada que dar a cambio de mi ayudad.
"Señorita Loretta solo le pregunto que gano yo a darle mi apoyo y ayuda en su situación". Dije serio tomando un trago de té.
"Señor Road cuando mi familia se estabilice lo recompensar con joyas, dinero y parte el 10% de nuestra ganancia será para usted". Dijo seria Loretta esperando la respuesta de su único Salvador. Ella tenía que reconstruir la familia como sea.
"Señorita Loretta no se si sabrá paro el dinero o las joyas a mi no me faltan. Usted no tiene nada que me interese". Exclame con una voz gruesa, mi voz agradable fue cambiada a una seria y intimidante.
Ella no sabía que decir. No podía por el simple hecho que era cierto. Todas las familias sabían de la creación de la Familia Yoake y después llamada los piratas Blood, que solamente operaban en el Reino y después Imperio Yoake. Y si algo sabían era que el Imperio era un lugar extremadamente productivos.
Muchos de los casos las demás familia hasta la suya hasta de ser destruidas habían intentado entrar en el imperio. Peor sus intento solo terminaron en baños de sangre de parte de la Familia Yoake.
La familia Yoake está decidida a ser los únicos dueños de bajo mundo del Imperio.
...
...
...
El silencio reino por varios minutos hasta que un suspiro de Road las despertó.
"Si no tienes nada más que comentar me temo que debo despedirme... en unos momento mis hombres la sacaran del Imperio con un barco y alguna provisiones". Dije serio levantándome de la mesa para dirigirme hacia la salida de la sala.
Cuando estaba apunto de salir..
"!Espera...!". Dijo casi en grito la mujer rubia pálida que no había hablado en toda la conversación.
Yo curioso me giré para verla. "¡Que sucede señorita! ¡yo soy alguien muy importante!". Dije con pereza...
