La princesa Mestiza (Draco Malfoy)

Capítulo 28. Segunda advertencia

Cuando abrí los ojos me encontraba en la enfermería y delante mía un montón de regalos..., entre ellos había una carta en la cual ponía

"Querida Aclis Snape Black:

Ayer tuviste suerte de que el profesor Lupin no te comiera, aunque solo por eso tómalo como una advertencia. La próxima vez intentaré no fallar.

Si te preguntas que por que lo hago, es para que te alejes de lo que es mío, y eso implica, que tengo que librarme de ti, o entregarte a alguien que te quiere ahora mismo. Pero he de admitir que me es más fácil a la primera opción.

                                                                                                                                                          Firmado: anónimo"

¿Qué? ¿de quién? Haber me lo intuyo que se refiere a Draco... o es Angelina con George.... No lo se...

Cogí el resto de los regalos que casualmente era de mis amigos, había chucherías, kit de bromas, y una curiosa caja en la cual ponía, "revelara tus secretos más deseados", no se a que se refería con todo eso ni que era la caja esa, jamás la había visto en mi vida, ni a los gemelos los cuales se conocen todos estos tipos de cosas, luego les preguntaré.

En ese momento alguien entró no era otro que el hurón como un rayo, nada más se acercó me abrazo.

- Menos mal, creí que no te despertarías – dijo preocupado el rubio

- Hey hurón, estoy bien no te preocupes... ¿cuánto tiempo llevo dormida? –

- Una semana. ¿y eso de hurón? –

- Nada, anécdotas – dije riéndome, y este se río conmigo

- ¡Draco! – entro Pansy

- ¿qué pasa? –

- Astoria te esta buscando, no sabe donde estas y mejor que no sepa que estas con esa –

- Vaya, ya de camino que le ponga un rastreador y una puta correa, no te jode – dije enfadada

- La correa te la deberían poner a ti, y un bozal para que no te metas en líos tantas veces. Por qué mira qué casualidad, ahora no soy yo la que esta en una camilla – dijo Pansy regazándose en su orgullo o al menos el poco que le queda, ya que se lo fui quitando cada vez que me desafiaba y ganaba

- No tientes a la suerte, Parkinson, nunca sabe por donde puede darte el karma – dije desafiante

Tras eso se fue y me dejo a mi con el rubio, y con este me puse hablar hasta que aparecieron mis otros amigos los cuales me abrazaron fuertemente y se alegraron de que estuviese bien.

Todo iba bien hasta que Draco se fue y me hicieron la pregunta del millón la cual le iba a preguntar a Draco pero, como era algo obvio, mi enfado se me olvido al verle tan preocupado.

- ¿Cómo se te ocurre ir de noche, con luna llena, irte al Lago Negro? – me pregunto Harry

- Pues veras, supuestamente quedé con Draco para una cita a la cual ni se presentó. Se me olvido de que era luna llena y pues aquí estoy-

- ¡será desagradecido ese hurón! Fred en a la vida me ha hecho algo así, y mira que es olvidadizo – dijo Hache

- Yo también te quiero, cariño... - dijo Fred

- Perdona, te quiero, pero es verdad-

- ¿alguien más sabia que estarías con Draco? – me pregunto Harry