Capítulo 29. Te odio Malfoy

6 1 0
                                    

Comencé a abrir lo ojos, viéndome de nuevo en la enfermería aunque...lo que no me podía era lo que estaba viendo delante de mis ojos. Astoria con Draco, eh... dándose el lote y por poco se empiezan a meter mano a menos de que les hubiera llamado la atención

- ¡fuera! – dije seria aguantándome las lágrimas

- Aclis ¡estas bien! – dijo alegre Draco mientras se acercaba a mí

- Largo. Fuera de aquí. Ni se te ocurra hablar, ni dirigirme la mirada. – dije con toda la ira que tenía dentro

- Vayámonos amor, alguien no es muy agradecida – dijo Astoria

- !TÚ, cállate pedazo de zorra. No os quiero volver a ver, a ninguno de los dos¡ – dije furiosa con las lágrimas ya en los ojos

- Pero... Als – intento Draco acercándose más

- DIJE QUE LARGO- dije mientras le di una guantada a Malfoy en la cara, sonando por toda la sala.

Este me miro sorprendido, y ya fue cuando empezaron a caer algunas lágrimas por mis mejillas, estaba llena de ira en ese momento.

Tras eso, ellos se fuero y nada más que desaparecieron, me levante, no esperé ni que me dieran el alta, me fui a mi habitación pegue un portazo y nada más que cerré me cambie y me fui hacia lo más alejado que pude de la escuela, perdiéndome en el Bosque Prohibido.

Nada más que estaba lo suficientemente lejos grité, todo lo que pude, hasta probablemente quedarme sin voz mientras las lágrimas caían la suelo, estaba cansada, siempre era lo mismo, ya no sabia que creer o no. Me quedé allí sentada en el bosque con el collar de serpientes en mis manos mientras las lágrimas de mis ojos no cesaban...

- ¿Por qué...? No creo que pida mucho..., tanto es pedir una familia, alguien que me quiera..., que no me haga daño o que no sea siempre lo mismo.... – dije sabiendo que estaba hablando sola.

Aunque de repente sentí que alguien estaba por allí y me gire, obviamente no vi nada, pero volví a escuchar una voz, como cuando descubrí el despacho de mi padre.

- ¿hola? – dije obviamente sin tener respuestas.

Entonces escuche una rama romperse en la lejanía, seguí el ruido corriendo no sabia porque lo hacía, pero algo en mi interior me decía que lo siguiera, así que así hice, seguí el ruido por dentro del bosque, con una pequeña esperanza de ver al menos a mi padre.

- ¿padre? ¿eres tú? – dije mientras conseguí alcanzar a ver una capa negra a lo lejos

- ¡PAPÁ! – dije mientras corría más rápido para conseguir alcanzarle.

Cuando por fin estaba a punto de coger la capa, cuando lo hice la abracé con fuerza, pero... se desvaneció, como si fuese humo...

Me quedé con la capa negra en mis manos... probablemente fuese ahora lo único que tendría de él...

Estaba oscureciendo y acababa de caer que no había ni desayunado, ni comido en todo el día, lo único que me había alimentado todo el día fue unas golosinas que traje conmigo para el camino...

Así que genial ahora estoy perdida en medio del bosque más peligroso..., perfecto. El viento empezó a levantarse, lo cual me puse detrás de un árbol para que el viento no me diera de cara, aparte me quitaría algo de frió el cual empezaba caer debido a la noche, y aunque era primera, las noches seguían siendo frías. Me puse la capa de modo de manta... hice una señal con mi magia negra y luego lancé un hechizo al cielo, ya que apenas tenia voz para nada...

No sé si lo escucharían o no, aun así, me hice una pequeña hoguera con lo que tenia a mano para no morirme del frío. Poco a poco me empezó a entrar sueño y me dormí al lado de la hoguera...

La princesa Mestiza (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora