¿Amenaza? Parte 1

271 19 5
                                    

Al bajar del avión, Kamijo se sentía ligeramente mareado, nunca le había gustado subirse a esas despreciables “maquinas”, como el las llamaba, ha vivido 435 años y aunque desde que los inventaron se ha subido en aviones varias veces, por sus conciertos en muchísimos países, no se ha acostumbrado totalmente a las “maquinas”, esta vez su concierto es en Francia y enseguida debe arreglar la cuestión en pruebas de sonido, maquillaje y vestimenta. Le molesta que en pleno espectáculo ocurra un error, por más mínimo que sea, así que después de organizar todo como corresponde, se dirigiría enseguida a la mansión para ver a su madre.  Al bajar del avión y caminar hasta la salida del aeropuerto, sintió enseguida la presencia de alguien perteneciente al clan Rose Croix, efectivamente alguien lo estaba siguiendo, repentinamente el extraño se paró delante de Kamijo, interrumpiendo su recorrido, este no dijo nada solo le entregó una carta y se esfumo, paso tan rápido que ninguno de quienes acompañaban a Kamijo notaron su presencia. (Miembros de soporte Meku, Kei, Ikuo y Keichi). Al observar el sobre, Kamijo se tensó, el sello de Rose Croix, la carta la había enviado su padre, actuó como si nada y solamente doblo y guardo el sobre en el bolsillo de su abrigo. Se imaginaba que su padre ya se hubiera enterado de que él estaba en Francia pero nunca le ha entregado un mensaje apenas pisa el aeropuerto. Sabía que el mensaje tenía un tema delicado y urgente así que decidió no abrirlo, solo decidió que se dirigiría esa misma noche a la mansión. Al caer la noche y un poco agotado por el trajín en cuanto a la organización del concierto, salió de su habitación de hotel, era casi medianoche y supuso que sus compañeros estarían ya dormidos así que se dirigió a la recepción del hotel, al poner el pie en la calle se percató de que la misma presencia del misterioso personaje en el aeropuerto estaba  en un auto cerca de allí, había venido a recogerlo, conocía a su padre y sabe que es lo suficientemente obstinado como para mandar a esperar a uno de sus sirvientes toda la noche en la entrada del hotel, le daba igual si Kamijo decidía o no, atender a su convocatoria. Kamijo observo el automóvil por un buen tiempo, hasta que decidió avanzar,  pero no precisamente en dirección al auto, sino que tomo su propio camino, pero poco después, aquel hombre reapareció frente a él.

-Señor Kamijo, podría a acompañarme a la mansión en el automóvil, por favor- el misterioso hombre se arrodillo frente a Kamijo- su padre me pidió que lo llevara enseguida.

Lo conocía, no se había dado cuenta hasta ese momento, un amigo a quien recordaba con nostalgia, ya que en cuanto Kamijo decidió ir a Japón, ambos dejaron de hablarse.

-Levántate por favor, cual es la insistencia Andrew, de todas maneras, me dirigía a la mansión- Kamijo le extendió la mano al hombre a quien llamo Andrew.

El personaje escondía bajo un elegante sombrero de copa, su cabello de color negro azulado. Y bajo unas gruesas y oscuras cejas, mostraba sus ojos grises, vestía elegantemente de traje y lo acompañaba con unos guantes pulcramente blancos. Al levantarse, Andrew invito con un gesto de su brazo, a que Kamijo se dirigiera al automóvil. Kamijo suspiro y camino hasta el automóvil, extendió su brazo para abrir la puerta, pero fue interrumpido por la mano de Andrew, quien la abrió la puerta e hizo una reverencia esperando a que Kamijo subiera al coche. Kamijo lo miro extrañado y tuvo que responder al acto.

Andrew se dirigió al lado contrario, y se sentó frente al volante, acelerando y empezando el recorrido, mientras se dirigían a la mansión y Kamijo cansado del silencio, busco formular tema de conversación con Andrew.

-Andrew, ha pasado ya mucho tiempo desde la última vez que te vi, ¿cómo has estado?, como te trata mi padre, todavía me sigo preguntando cuales fueron la razones de tus actos hacia mí, pero sabes no te guardo rencor, porque…-Kamijo fue interrumpido

-No creo que tenga que explicarle mis razones, supongo que se las deje claras en aquel tiempo, señor- no respondió alterado más trato de que la conversación terminara allí.

-Tienes razon, sigues aun, sintiendo lo mismo-

El silencio se hizo presente ni Andrew ni Kamijo, volvieron a pronunciar palabra, en la mente de Kamijo, se empezaron a revivir a aquellos recuerdos, al único a quien Kamijo tenía como apoyo cuando vivía en la Mansión, además de su madre, era al joven de ojos grises, su padre se lo había “obsequiado” como cualquier objeto, recordaba que en aquellos tiempos las guerras entre clanes por el poder eran constantes, Andrew era el hijo menor de una pareja de guerreros vampiros de un clan enemigo para Rose Croix, esta vez fue el clan de Kamijo quienes obtuvieron la victoria y así fue como los sobrevivientes del clan contario fueron esclavizados, Andrew fue entregado a Kamijo, como un sirviente personal. Al principio ambos se odiaban y Kamijo ordenaba cosas muy crueles para él, nunca se había quejado y las únicas palabras que había oído de él eran: “Como ordené” o “Siento haberlo molestado”. Lo recordaba claramente, fue una noche de luna llena, y esa noche se cumplía un año desde aquel día en que Andrew había llegado a su vida, quería que cumpliera con una nueva orden así que lo estaba llamando, había pronunciado 5 veces su nombre pero él no respondió a su llamado, así que decidió el mismo irlo a buscar para darle con sus propias manos una lección por haberlo ignorado.

Busco por todos lados en dentro de la mansión pero no pudo encontrarlo, así que decidió salir al jardín, se adentró en el campo de las hermosas rosas rojas a buscarlo y al final de este lo encontró, cuando decidió hablar para reclamar su ineficiencia se detuvo, se percató del sonido de unos sollozos, dio un paso hacia adelante y fue cuando se percató de que Andrew lloraba, las lágrimas que caían sobre sus mejillas brillaban a la luz de la luna, Andrew levanto la mirada hacia el cielo y grito dejando oír su voz como nunca lo hacía ,fue en el momento en el que Kamijo intervino, Andrew se puso de pie en unos instantes y mientras secaba sus lágrimas le gritaba a Kamijo cuanto odiaba estar en ese lugar, cuando odiaba la actitud arrogante y detestable de parte de Kamijo hacia él, como odiaba tener que cumplir sus órdenes, como odiaba no estar con sus padres. Recordó que el clan al que pertenecía el joven vampiro ,10 años menor a él, era uno de los clanes que intentaban unir lazos entre humanos y vampiros, algo totalmente inaceptable para los clanes opuestos como Rose Croix. Recordaba claramente las palabras que le dijo aquel día:

-Nunca te obligue a hacerlos, los hacías por cuenta propia, esperaba a que un día te revelaras, esperaba que un día digieras que no querías hacerlos, pero solo respondías: “Como ordene”, esa actitud tuya me molesta- cruzó sus brazos- si lo odiabas no tenías que cumplirlos, pero nunca te quejaste, solo lo hacías. Desde ahora en adelante solo harás lo que quieras no necesito de tus servicios.-

Recordaba cómo Andrew lo seguía desde ese día, siempre con una sonrisa en su rostro, ambos se convirtieron en grandes amigos y Kamijo se sentía muy apegado a él, recordaba que un día Andrew le dijo que quería aprender a tocar el piano como él y su madre lo hacían, así que empezó a darle clases a Andrew y este aprendió muy rápido, dejaron de ser niños y su amistad seguía latente. Pero todo se vino abajo desde que Kamijo tomo la decisión de rechazar su cargo en el clan e introducirse en el mundo del espectáculo, siempre discutían del tema y terminaban peleando, la oposición de su padre hizo que Kamijo tomara esa decisión que marco fin a su larga amistad. Recordaba claramente el momento en el que Kamijo le dijo a Andrew que se iría a Japón. La reacción que tuvo no la había presenciado ya hace años. Recordaba sus palabras:

-Acaso crees que soy un estúpido, porque simplemente no asumes tu responsabilidad y listo, en verdad tienes que irte-puso sus manos sobre su rostro- No quiero que te vayas, ¡NO QUIERO!-

-Juro que vendré nuevamente y con éxito sobre mi misión- le respondió, tratando de tranquilizarlo, colocando su mano en el hombre de el-No es para tanto, tranquilo.

-Por supuesto que para ti no lo es, pero para mí sí, ¡SI QUE LO ES!- lagrimas empezaron a brotar y aparto la mano de Kamijo sobre si- ¡Acaso no te has dado cuenta, no puedo vivir sin ti, eres lo único que tengo, TE AMO, MALDITA SEA!

*El fanfic no es Yaoi XD...es solo que....se me ocurrio esta parte como para que tenga de todo XD*

The Vampire PrinceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora