Capitulo 3 ( Savana )

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                 - Mierda - carcajea eleva sus cejas y me mira su sonrisa desaparece, parece más aterrador que como lo recordaba es penetrante y atrallente es como jugar con fuego aun cuando se que pronto podria quemarme.- ¿Entiendo que no era la persona que esperabas, Cierto? - elevo mis cejas como si con eso demostrara fuerza, que soy valiente, no puedo evitar mirarle las heridas en su rostro, son cicatrices, las lleva con orgullo pero no se si estan hechas para mostrarce. - ¿Qué haces en la muralla?


Su voz suena elevada y fuerte, mas bien ronca miro de reojo la pared de metal que me separa del bosque y lo vuelvo a mirar, espera una respuesta - ¿Qué haces tu fuera de ella? - entreciera los ojos, entiend como suenan mis palabras para él, como si la muralla fuera su maldita jaula y me odio un instante por ello, todos nos miran sin entender una mierda y los comprendo yo estaria de la misma forma. - no queria que Sonora de...


- No querias que sonara como, si fuera un puto perro que debe estar enjaulado, cierto - mis manos tiemblan y el miedo aparece - te pareces a tu madre - espeta gira su rostro hacia otro lado, y frunce la frente aquellas palabras no parecian ser un elogio mas bien le aborecia el hecho de que yo estuviera frente a él y me pareciera a ella. - puedo entenderlo eres la niña mimada, oh, perdona eras la niña mimada - aprieto los puños me levanto del suelo y me pongo de pie frente a él, aun cuando las piernas no me sostienen hago un ultimo esfuerzo.



Parada frente a él me veo mas baja tambien mas delgada de lo que deberia me pregunto que comio durante estos años. Retuerce la nariz cuando da un paso en mi dirección se mueve con cautela como si hacerlo demaciado rapido pudiera lastimarme, su mano se aferra a mi brazo, doy un paso atras y lo miro nerviosa, el rostro de mi madre palido y sin rastro de vida viene a mi.


- No quiero morir - son las palabras que salen torpemente por mi boca.


- Entonces no debiste venir - susurra acercandoce a mi oreja siento un estremecimiento en mi abdomen.


No grito seria una forma muy infantil de reaccionar, primero por que no quiero que me vea suplicando y segundo por que no hay nadie a kilometros.


Cuando cruso la muralla los arboles nos cubren como si nos abrazaran el olor a tierra humeda, las hojas secas crujiendo bajo nuestro paso, avanzo torpemente, por un camino entre la oscuridad. Levanto mi rostro y lo miro, esta tenso y molesto, tengo miedo pero nunca he reaccionado de la forma correcta tal vez por que él me quito eso.


Los chicos a nuestras espaldas caen al suelo y se quejan me detengo y los observo les duele y de esa manera retorcida y entre gritos cambian de forma humana a una lobuna.  


Mi cabeza comienza a doler, recuerdo respirar ( agunta, tu misma te metiste en esto, pero que bruta soy ) comienzo a insultarme interiormente  ( idiota, estupida, imbécil ) los lobos desaparecen entre los espesos arboles. 


Se que estamos solos, - No te pareces en nada a la chica que recuerdo - me mira desde los pies hasta la punta de mi cabello. - siempre quice saber en lo que te convertirias, eres hermosa Savana - da un paso en mi dirección mientras yo me alejo - quizas debi matarte despues de todo - mis ojos se llenan de lagrimas - seras un puto dolor de cabeza niña - las palabras que salian de su boca llenas de rabia, de odio.

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