buena muerte

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leah se disponia a morir por decimocuarta vez. Había mordido una manzana podrida... de nuevo. Como siempre, al ingerir la pútrida carne se había contrido de sombra carroñera. La actriz realizó cada uno de los torpes movimientos que precedían a su muerte mientras proclamaba sus últimas palabras para todos los presentes.

-Oh, cuán portentoso es el sueño de la vida. solo ahora, cuando ya es demasiado tarde, abro los ojos a sus infinitos esplendores -gimió.

Gimio en medio de una bocanada de humo y polvo brillante, los Kindred hicieron su gran entrada en el escenario conforme a la tradición, el papel del mítico personaje era interpretado por un solo actor, con dos máscaras colocadas opuestamente. Se acercó a leah, mirándola con la faz blanca de la Oveja.

-¡Decid! ¿Alguien ha pedido la más aguda de mis flechas? Acércate, niña, deja que la calidez de tu corazón se pierda en el abrazo frío del olvido.

leah se nego, como lo había hecho las trece veces antes. los matizes de su interpretación quedaron enterrados bajo la intensidad de su chillidos y la momento la Oveja se volvio para revelar su segundo rostro: la máscara del Lobo.

-¡Nada podrás hacer para postergar tu inevitable final! -gruñó el Lobo.

-¡Soy solo una pobre doncella! Por favor, dejad que mi llanto lastimero recaiga sobre vuestros oídos.

El público parecía hipnotizado por los sucesos dramáticos representados por los Mecánicos de Orfelo. Con la doble amenaza de la peste y la guerra en boca de todos los habitantes de los protectorados las obras que trataban la muerte causaban furor.

marco, el actor que interpretaba a la Oveja y el Lobo enseño torpemente los colmillos de madera mientras se encernia sobre la joven actriz . Leah le ofreció el cuello. Al sentir la cercanía del mordisco, tiro del amecanismo que llevaba cosido al cuello de la blusa. Unas serpentinas rojas se desplegaron en medio del entusiasmo del público. ya tenian lo que habían pagado.

Para cuando los mecánicos regresaron a su carreta y partieron rumbo a inglaterra, las estrellas havian desaparecido del cielo. En su lugar, un manto de gruesas nubes cubría por entero el firmamento.

En inglaterra encontrarían un público agradecido, volvió a explicarles lusian, el propiedtario de la compañía y autor único de las obras que representaban, mientras caminaba entre ellos, embriagado por sus propias palabras... y por el vino que les habían sacado a los lugareños.

En el correr de la noche, la compañía se enfrascaron en una pelea. angela y marco arremetieron contra el autor por la calidad de sus obras, cortadas por un mismo patron la tragedia golpea a la doncella, la muerte encuentra a la doncella, la muerte se lleva a la doncella.lusian argüía que un argumento complicado restaba fuerza a una buena secena de muerte.

leah, la más joven del grupo, guardaba silencio a pesar de coincidir con el diagnóstico de angela y marcos. Sabía bien que, de no haberse topado con la carreta de la compañía ambulante, habría estado en un sitio mucho peor. Por suerte para ella , los mecánicos habían perdido recientemente a varios de actores a causa de la obsesión de lusian por ejerse control total sobre los aspectos artisticos de su trabajo. Debido a esta actitud, y tambien a su evidente mediocridad, había varias caras nuevas en la compañia . y por ello los Mecánicos de Orfelo havian contratado a leah, y para morir en todas las obras que represen en un futuro próximo cosa por la que ella estaba muy agradecida estaba muy agradecida.

lusian estaba aún reponiéndose de las palabras de marco y angela cuando ordenó al conductor de la carreta, que se detuviera para hacer noche. El achispado dramaturgo aprovechó los privilegios de su condición para tender su saco de dormin junto a la carreta. Y luego arrojó el resto de los camastros sobre la hierba, a poca distancia.

SUAVE CACERIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora