capítulo 35

672 42 33
                                    

~Narra Minami ~

Ya había sospechado que era él por su voz, pero no había querido creerlo, al ver su rostro sentí nauseas.

- Christian...

- así es princesa...

- ¿por qué?

Había oído que hace tiempo habían muchas chicas que habían desaparecido después de haber ido de fiesta, ¿acaso él tendría algo que ver?

- ¿por qué? bueno... creo que me gusta coleccionar chicas lindas...

- Creí... que yo... te gustaba.

- y me gustas... bastante... eres el mayor de los tesoros... únicamente hermosa...

- entonces... ¿tu tienes que ver con las desapariciones de esas chicas?

Él fue hasta un armario, saco una llave de su bolsillo y la abrió. De ella sacó varias fotos y comenzó a enseñarmelas una por una.

En todas salia alguna de las chicas desaparecidas siendo torturadas.

Él de verdad estaba enfermo.

Me sentí sucia y asqueada por haberlo besado la otra noche.

- no te asustes... - Sonrió-

- dejamr ir...

- ¿para que me acuses a la policía?

- t-te juro que no lo haré.

- ¡Mientes! - grito él golpeando la mesa-

- Creí que...

<< eras el indicado>> pensé, pero no se lo dije por vergüenza, me sentía una estúpida.

- ¿Continuemos con la diversión?- dijo con una mirada oscura-

- ¿Que harás?- pregunte con miedo y comenzando a llorar-

- tranquila, no te haré daño- Sonrió- antes de eso tengo que hacerte mía...

<< ...pasaras tu vida besando a chicos que sólo quieren acostarse contigo y ni le interesas... >>

Él tenía razón, Christian no me amaba, solo era un simple objeto de diversión para él.

Comencé a moverme para salir de ahí, pero era inutil, las cuerdas se apretaban más y más.

Él comenzó a tocar mis piernas y subió hasta mi cintura.

-¡dejame!

Se acerco a mi y olió me cabello, pude sentir que sonreía al hacerlo.

- ¿Por qué eres tan perfecta?

- ¡dejame!

Luego paso su nariz por mi cuello y comenzó a besarlo.

- ¡dejame!- grite tan fuerte que mi voz resonó en todos lados-

Comenzó a rasgar el resto de mi vestido.

Todo esto era una pesadilla de la cual quería despertar.

- ¡detente!- grite con todas mis fuerzas-

La puerta se abrió de golpe y lo único que note fue que Christian cayo noqueado al suelo.

- ¡te había dicho que no la tocaras!

Ángeles & Demonios 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora