capítulo 52

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~ Narración normal~

Cuatro meses después.

Eran las seis de la tarde y Minami recién estaba llegando a su casa de su viaje a Milán.

Entro y lo primero que hizo fue sacarse sus zapatos de tacón y lanzarlos a un lado de la entrada. Camino descalza hasta su cocina pensando encontrar comida. Normalmente siempre que llegaba de un viaje o algo siempre su refrigerador estaba lleno de comida y cosas que Rin le preparaba especialmente.

Camino a paso lento hasta el refrigerador, el viaje la había dejado exahusta y lo único que había en su cabeza era la palabra "comida". Abrió la puerta y su animo bajo aun mas al notar que estaba totalmente vacío.

- maldición- musito-

Soltó un largo suspiro y camino hasta el gran sofá que tenia, se recostó ahí y cayó en el como quien tira un saco muy pesado.

- tengo hambreee- se quejo-

Pensó en ir al restaurante donde siempre iba, pero si iba tendría que ver a Rin y ella estaba algo molesta con él, ya estaba cansada de tener que estar buscándolo, si él la quería que llegara solo. Tal vez la relación llevaba tiempo y él se había aburrido, pensó varias veces, quizá ya no la quería como antes. ¿Habia muerto su amor?, por lo menos el de ella no, se moría de ganas de verlo, veía sus fotos al menos cada hora al día, pero era orgullosa y creía fielmente de que él tenia que buscarla.

Se sentía tan sola, si Sinon no se hubiera casado estaría ahí con ella, si Shiemi no se hubiera casado Minami habría ido a buscarla para salir, pero ella recién estaba llegando de su luna de miel y por su puesto que solo quería estar con Yukio.

¿Por qué todas se casan?

Ella se sentía casi como si estuviera soltera, no veía a Rin y no hablaba con él ni nada.

Por un momento pensó que si Rin veía que todos se casaban él se motivaría a pedirle matrimonio, pero parecía ser todo lo contrario, porque mas lejos de Minami estaba.

Tocaron el timbre una vez, dos, tres veces. Ella quería levantarse, pero su cansado y triste cuerpo hacia que pesara cuatro veces más.

Como detestaba el ruido del timbre se levanto y camino hasta la puerta. Al abrirla un hermoso chico, con una sonrisa angelical y ojos tiernos, con unas bolsas en sus manos estaba en la entrada.

- ¿Como estas pequeña?

- Ethan...

- llegue a pensar que no estabas, pero sabia que llegabas hoy y que supuestamente estarías a esta hora en tu casa.

- perdón, estoy algo cansada y casi ni tenia energía para levantarme.

Su estomago sonó y se sonrojo de vergüenza.

- y tienes hambre- Rio-

- también...

- que suerte te traje muchas cosas, te prepararé lo que tu quieras.

Ella se emociono al oír eso, pero un leve dolor estuvo en su corazón, ya que Rin siempre le decía lo mismo.

- pasa- dijo mientras abría totalmente la puerta-

Este camino hasta la cocina.

- me alegra que estés aquí...

- no tengo problema, algo me decía que debía venir a verte.

Ángeles & Demonios 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora