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-mucho gusto - extiendo la mano en modo de saludo ella hace lo mismo.
-igualmente, gracias por tu ayuda- se voltea a dejar el recipiente en su carrito del super. Mi mirada baja casi como imán a su culo... Que culo... El mejor de España sin duda.
Me mira de nuevo y sonríe. Se aclara de la garganta como haciendo que despierte.
Perfecto Natalia te a pillado dándole un repaso.
-Debo irme, a sido un placer, espero volverte a ver por aquí - toma su carrito y se va moviendo la cintura como sabiendo que aún la miro.
Mi celular empieza a sonar.
-si?- digo con voz de tinta aún mirando por el pasillo por dónde salió esa mujer espectacular.
-donde mierda estás!? Papá y mamá están botando humo!- la voz de mi hermano me saca del trance y miro la hora, joder 9:10.
-si, diles que estoy atascada en el tráfico que en 5 voy-. Digo corriendo a la caja y agradeciendo a los mil dioses que no hubiese fila en caja rápida.
Dejo las cosas en el piso y salgo de igual manera hacia el edificio abandonado de las afueras. 15 minutos, ya pasaron 15 minutos y me tuve que comer tres semáforos en amarillo, soy mujer muerte.
Llego al ascensor detrás de la pared y bajo a la sala de reuniones, entro rogando pasar desapercibida... Pero los 50 ojos me quedan mirando, de fondo puedo ver a Santi y a Mari moviendo la cabeza y riendo por lo bajo.
-por fin se digna aparecer señorita Lacunza- .

¿confías en mí?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora