❤ Karma ❤

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—¡Y acá están las salas de los talleres! En su mayoría pasan vacías, excepto por los espíritus que deambulan... —Decía Mai con una voz susurrante, sus manos imitando un fantasma. —Con mi hermano conocimos a una chica en la de costura. Desde ahí que quedó flechado y ha intentado conquistarla. ¡Siempre intento darle ánimos!

Marionette conversó de principio a fin, apenas dándole tiempo a la otra para que pudiera contestar. Pero no lo hacía de mala manera. Sabía que Maggie no tenía muchas ganas de hablar, así que decidió que llevaría la conversación.

Mai le mostró una foto de Puppet a la chica, su semejanza claramente mostrando que Pup no era un chico cualquiera, una bandera trans siendo tomada por ambos hermanos. Para Marionette, Puppet siempre sería su alma gemela, no importando su género o sentimientos. Y si bien Maggie no preguntó directamente, su rostro revelaba curiosidad ante la más femenina apariencia de su mellizo.

—¿Tú hermano es...?

—No estoy segura, todo en él es muy misterioso. —Le respondió, sin siquiera ella sabiendo la verdadera respuesta. Intentó ocultar su ansiedad mirando hacia otro lado, un tanto temerosa de cómo reaccionaría a su siguiente pregunta. —Eso no te molesta, ¿verdad?

—Por supuesto que no.

Mai le ofreció una pequeña sonrisa al escuchar su respuesta. La idea de que aceptara a su hermano le daba esperanzas de que su nueva amiga también fuera parte de la comunidad, una esperanza egoísta proveniente de sus extraños peros poderosos sentimientos recién encontrados con la chica.

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Maggie no tendía a enamorarse así como así. Tampoco le llamaba a esto amor. Pero había algo en esta chica que hacía que simplemente no pudiera dejar de contemplarla.

Hace tiempo que no salía con alguien o comenzaba una nueva amistad. Aunque disfrutó el tiempo con las personas que alguna vez estuvieron a su lado, nunca pudo encontrar algo tan fuerte y duradero como lo que alguna vez sintió por... No, nada bueno saldrá si sigo pensando en eso.

Continuaron caminando por los minutos que aún les quedaban, Marionette contándole divertidas historias sobre cada cosa especial de la escuela mientras que Maggie escuchaba. El colegio por este sector tendía a estar vacío, lo cual alegraba a la mayor. No soportaba estar rodeada por tanta gente.

Luego de un extraño minuto de silencio por parte de la menor, Maggie decidió atreverse a conversar de vuelta.

—Entonces... ¿Te gusta coser cosas...?

—¡Me gusta hacer ropa! —Le respondió la otra, con un alegre tono de voz. —Con Puppet nos gusta crear atuendos y participar en concursos.

La felicidad de su compañera era un tanto contagiosa. Los 20 minutos que había pasado a su lado ya habían hecho de su día algo mejor.

—¿Y a ti qué te gusta hacer?

—¿A mí?

Tuvo que pensarlo por un buen rato, porque en verdad nada venía a su cabeza. No quería decir que le gustaba hacer boxeo, ya que podría llevar a suposiciones que no deseaba que Mai hiciera de ella. Perforarse y perforar el cuerpode los demás para piercings y tatuajes tampoco daba una buena vibra. Parecía que todos sus pasatiempos terminaban en algo mal visto, hasta que...

—Toco la batería. Antes estaba en una banda, pero me salí... —Respondió un tanto avergonzada.

Los ojos de la menor parecieron iluminarse por un momento.

—¡Es perfecto!

Marionette se colocó frente a Maggie, impidiendo su paso. Tomó las manos de la mayor para tomar más impacto en su petición.

Una Segunda Oportunidad (Fnafhs)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora