O2 Dulces

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Taehyung acaricia las raíces muertas bajo su tacto, viendo cierta pizca de belleza en ello. Había pensado en que si iba morir, por lo menos como ultima voluntad, quería volver a amar su marchito mundo una ultima vez. Con sus defectos y sus grietas, uniría todo en un solo sentimiento y lo amaría tanto como la primera vez.

Aunque como todo ser vivo, aun necesitaba un poco mas de tiempo para sanar la herida antes de avanzar.

Comprende que es media noche tras echar un vistazo al reino vecino y observar a la luna destellar junto a las infinitas estrellas. Una sonrisa cansada se instala en sus labios antes de comenzar a cerrar los ojos, no teniendo ningún inconveniente con dormir a la intemperie.

Se abraza a si mismo, permitiendo a la armonía de la noche darle un merecido descanso con sus luciérnagas y el canto de los grillos. Poco a poco siente su cuerpo cayendo en los brazos de morfeo, o eso era hasta que algunas ramas parecían moverse extrañamente fuerte aun cuando no hacia ni un poco de viento. Taehyung no intento esconder lo asustado que se sintió en ese momento y es que no seria la primera vez que intentan lastimarlo en medio de la noche.

—Eish —Un quejido provino desde la oscuridad, alertando los sentidos del rey, preparándose para lo que sea que viniera. 

Penso entonces que habría sido mejor idea dormir dentro del palacio, a pesar de su hilarante miedo a las habitaciones completamente oscuras, quizás era algo mas que hilarante, era incluso ridículo considerando el tipo de mundo que habita, sin embargo, no es su culpa temerle a algo que es parte de si mismo y que no puede cambiar.

—Nononono —Taehyung frunce las cejas, con un hechizo en mano listo para ser ejecutado frente a cualquier señal de peligro —¡Por todos los reinos existentes, déjame en paz! —Lloriquea una voz vagamente conocida, apareciendo luego entre brincos desesperados y tropezando con una rama para terminar de bruces contra el pastizal.

Taehyung deja en el olvido su hechizo, solo para ladear la cabeza a un costado y mirar al chico recién llegado y de cara contra el suelo, con evidente confusión. ¿Que hacia fuera tan tarde y como había llegado hasta este punto?

El castañito suelta quejidos bajos mientras se reincorpora con un puchero en sus labios, volviendo sus ojos ligeramente cristalinos —Si me dolió —Masculla, sobando su frente con un poco de color café a causa de la tierra.

—Pues claro que te iba a doler, no has metido las manos —Habla, llamando la atención de JeonGguk, quien le sonríe casi de inmediato luego de que sus ojos se encontraran. 

—No, esta bien —Camina un poco mas cerca, deteniéndose justo antes de cruzar —De lo contrario no habrían sobrevivido.

Él azabache no entiende de lo que habla, así que abre la boca solo para preguntar pero termina por cerrarla luego de verlo abrir su mano izquierda, mostrando unos pequeños objetos brillantes.

—¿Ves? siguen lindos —Sonríe ameno, extendiendo su mano, en un gesto que le indicase tomarlos.

Taehyung inclina su cabeza al frente, obteniendo una vista detalla de los extraños objetos sobre la palma del chico, sin tener la intención de tomar alguno. No es como si fuese a recibir algo de alguien que es prácticamente un extraño, al cual no había visto desde hace una semana en ese fortuito encuentro incomodo.

—Anda, toma uno —Animo, dando toques con la punta del dedo en la cabellera ajena, enviando una extraña sensación por todo su cuerpo.

Entonces se aparto, dedicándole una mirada con recelo. 

—¿Qué hiciste? —Inquiere, poniéndose a la defensiva.

—Solo te he tocado, ¿o es que mis encantos te afectan tanto así? —Una sonrisa traviesa surca sus labios, mientras Taehyung se pregunta seriamente que pasa por la cabeza de ese chico —Ser así de atractivo es un problema, ¿no es así? esta bien si te enamoras ahora de mi, nadie te culpara.

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⏰ Última actualización: Jul 08, 2020 ⏰

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Dulces para mi amor | KTH + JGKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora