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𝑫𝒆𝒅𝒊𝒄𝒂𝒅𝒐 𝒂:
CherryEssel𝑼𝒏 𝒓𝒆𝒈𝒂𝒍𝒐 𝒄𝒐𝒏 𝒎𝒖𝒄𝒉𝒐 𝒂𝒎𝒐𝒓 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒕𝒊, 𝒒𝒖𝒆 𝒎𝒆𝒓𝒆𝒄𝒆𝒔 𝒆𝒍 𝒎𝒖𝒏𝒅𝒐 𝒆𝒏𝒕𝒆𝒓𝒐, 𝒑𝒐𝒓𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒓𝒆𝒔 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒏 𝒆𝒓𝒆𝒔. 𝑵𝒐 𝒅𝒆𝒋𝒆𝒔 𝒏𝒖𝒏𝒄𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒕𝒖 𝒍𝒍𝒂𝒎𝒂 𝒊𝒏𝒕𝒆𝒓𝒊𝒐𝒓 𝒔𝒆 𝒂𝒑𝒂𝒈𝒖𝒆. 𝑭𝒆𝒍𝒊𝒛 𝒄𝒖𝒎𝒑𝒍𝒆𝒂𝒏̃𝒐𝒔.
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El primer rayo de sol de una mañana quejumbrosa más.
Lío de mantas envolviendo su cálido cuerpo.
Un bostezo con aliento pestilente.
Tenía la sensación de algo pesado sobre él, que no le dejaba respirar con tranquilidad.
El primer ojo fue abierto.
Y ahí estaba. La razón por la cual se mantenía anclado en la misma posición sobre la cama. Su bello chico. Su Louis.
En algún momento de la noche debía haberse puesto sobre él, como si fuera un colchón.
Aunque no se quejaba. Fuera de que no pudiera levantarse y que alguna extremidad le terminara entumida, no le molestaba en lo absoluto que entre sueños escalara por su cuerpo en involuntaria búsqueda de protección, ni que le dejara con manchas de saliva en sus camisetas de dormir.
Nada de eso importaba cuando, como recompensa, podía observar desde el ángulo más íntimo el aleteo que daban sus pestañas para adaptarse a la luz del despertar; sus pómulos se enaltecían y lucían con tonos dorados sin necesidad de maquillaje, resaltando aún más con la claridad colándose por los ventanales; sus labios rojizos, fruncidos en una mueca familiar, soltando pequeños lamentos dramáticos.
Un total espectáculo.
Y luego, el mejor momento. Cuando por fin alzaba su rostro y enfocaba esos hermosos ojos azules en él, regalándole una sonrisa sincera y perezosa.
Louis le llenaba la vida.
Ni las más largas siestas le revitalizaban como lo hacía su amado.
Pero esa mañana en particular su pequeño novio estaba tan cansado que, aún con el sol haciendo de las suyas, él solo se removió un poco y siguió con su profundo sueño.
Y a Harry le hubiera encantado seguir observando sus rasgos delicados, memorizando cada centímetro, adorándolo. Sin embargo, tenía muchas cosas que hacer, muchos planes para ese día que anunciaba ser ocupado.
Aprovechó el estado de Louis para deslizarse con cuidado fuera de la cama y comenzar con las tareas que esperaban en turno por él.
[...]
Sin abrir los ojos, tanteó a su lado buscando el cuerpo que le acompañaba casi siempre en su despertar, para darse cuenta que no había nadie.
Cuánto odiaba amanecer solo.
A veces eso le causaba un mal humor que no se iba en todo el día. Aunque, en esa ocasión, trató de mantenerse tranquilo pensando que seguro su novio tenía cosas importantes que hacer. Le agradecería internamente por dejarlo dormir de más.
Se paró de su cómoda cama para llevar a cabo su ritual de aseo matutino, y luego se encaminarse a las escaleras.
Cuando llegó a la cocina-comedor divisó sobre la mesa un plato de pasta que había sobrado de la noche anterior; una cena fantástica que Harry le había preparado con mucho empeño, aun cuando no era el mejor cocinero. De alguna manera, sacó un poco de ese don que creía inexistente con ayuda del internet, e hizo una cena digna de restaurant cinco estrellas, la cual amó. Estaba tibia, así que no necesitó usar el microondas.
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Cerezas [l.s] OS
FanfikceLas naranjas son ácidas; silvestres. Las uvas son simples; ordinarias. Las fresas son sosas; comunes. Las frambuesas son aburridas; irrelevantes. Pero, ¡Oh! Las cerezas...