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Lo cierto en todo esto es que siempre me afectó el comportamiento de los demás.

No había manera de que yo pudiese olvidar el temor al rechazo que me provocó cada una de sus acciones.

Lo que para ellos era una simple broma, para mí era aún más que eso.

El comienzo de un nuevo trauma.

• 🥟 •

Si había algo que odiaba aún más que ir a la escuela, eran los miércoles. El único día de la semana en el que podíamos salir al campo a jugar. A pesar de que era el día favorito de todos mis compañeros, a mí no me gustaba desde que comenzaron a excluirme. 

El profesor hizo sonar un silbato y dio la orden de que armáramos los equipos para jugar. 

En cuanto eso sucedió, bajé la mirada con el ceño fruncido y con un nudo en la garganta, observando de soslayo a los demás alinearse a mi lado. Comencé a perderme en mis pensamientos, escuchando a cada uno de ellos ser nombrado por alguien e irse a su lado.

No esperé a que me nombraran, pues sabía que no lo harían. Por alguna extraña razón no le agradaba a nadie, absolutamente a nadie que conociera mi nombre.

Cuando me quedé solo frente a ellos, el profesor me dedicó una mirada de lástima, aquella mirada que solía dedicarme todos los miércoles.

La verdad es que nunca terminaré de comprender por qué lo hacían, ni la razón de todo ese resentimiento hacia alguien que no le hacía daño a nadie.

• 🥟 •

Pasada media hora caminé lentamente hasta mi salón, sintiendo un dolor punzante en mi pierna derecha que me obligó a detenerme y descansar un poco.

Miré desde ahí la cancha de deportes, dándome cuenta de que ellos seguían jugando después de deshacerse de mí tan fácilmente y con un simple empujón.

Puse los ojos en blanco, recordando la torpeza con la que había caído sobre mi propia pierna y me había lastimado, aunque claro, nuevamente el profesor no se dio cuenta de que aquello no había sido un accidente, y que no siempre tiendo a caerme por mi propia cuenta.

Cuando entré, me di cuenta de que Taehyung estaba junto a su madre.

—Hola, Jimin —saludó ella—. ¿Qué te pasó?—preguntó preocupada al notar mi dificultad para caminar.

—Nada —sonreí—. Hola Taehyung.

Él no dijo nada.

—Estaba jugando con mis amigos —conté—. Y me caí.

—Deberías tener más cuidado —dijo la señora—. Podrías lastimarte.

—Sí —le dije, sentándome a su lado.

—¿Cómo te ha ido hoy? —preguntó de nuevo. Me distraje un momento limpiando mi uniforme—. ¿Jimin?

—Lo siento —me apresuré, exaltándome un poco—. El día ha estado un poco aburrido —conté, mirando mis tenis sucios. Miré a Taehyung—. ¿No irás a jugar?

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⏰ Última actualización: Feb 06 ⏰

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