Primera parte de la trilogía "Aşk"
Solo me bastó mirarla, sentir su aroma y apreciar esos preciosos ojos, que me daban paz, que me enamoraban de ella en cada segundo.
No se si es lo apropiado, no se si es bueno o malo, si esto nos llevará por el cam...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
He crecido con cuentos de hadas. Desde bien pequeña crecí con las historias de princesas, que tras un "terrible" suceso conocen a sus apuestos príncipes, cabalgando sus dóciles caballos e impolutos uniformes. Mientras que la desdichada protagonista sufre de amor y solo piensa en ser libre y feliz a su lado.
Más tarde nos meten en la cabeza que sigamos nuestros sueños, que en ese momento seremos completamente felices y que se puede conseguir sea lo que sea, pero no puede estar más lejos de la realidad. Solo un muy bajo porcentaje consiguen su sueño, pero nunca la felicidad absoluta. Te dedicas gran parte de tu adolescencia pensando y soñando hasta que te pegas el primer golpe y caes de bruces con la realidad.
Eso es lo que me paso a mi. Siempre soñé con encontrar a mi príncipe con su dócil caballo y con ser una exitosa periodista. Pero la realidad es otra. Llevo un año en el paro, no he encontrado ningún trabajo de periodismo ¡o lo que sea! y mucho menos tengo un príncipe en mi vida.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Me dirijo como todos los días a casa de mi amiga Erika, nos conocemos desde preescolar, nunca nos separamos, somos como uña y carne.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
