1.

1.8K 158 11
                                    

Uno de sus más grandes conciertos estaba a la vuelta de la esquina, tenía ya muchas canciones en su repertorio, su escritorio estaba repleto de trozos de papel y su teléfono celular conectado al enchufe de luz luego de haber estado a punto de apagarse en medio de su exaustiva búsqueda.

Min Yoongi, un alfa que rozaba los treinta años, era un pianista con talento y suerte, pues durante unos años, su carisma y preciosas melodías se habían ganado a gran parte de la cuidad a la que se había mudado a vivir cuando su madre falleció, la gente de Busan era agradable, amable y servicial y le había sorprendido la buena respuesta que habían tenido ante su música, comenzó en eventos personales, bodas y demás y tan pronto y abrió los ojos, se encontraba a si mismo en portadas de revistas especializadas en música contemporánea y pianistas de talla nacional. Tenía todo lo que pudo haber deseado algún día y todo iba bien, realmente, aunque había tenido un par de obstáculos como su ansiedad social y pánico escénico, había aprendido a controlarlo y estaba bastante orgulloso de él. Sin embargo, justo ahora, un par de semanas antes del evento que le emocionaba tanto, se había quedado sin bailarina y estaba tan desesperado que sentía a su lobo arrancarse pelo por pelo con ayuda de su lengua y garras.

Uno de los grandes atractivos de Min, era el espectáculo que le ofrecía a su público pues además de darles una grata experiencia auditiva, esta venía acompañada de una bailarina que decoraba con delicadeza sus canciones y volvía la música visible a través de sus movimientos, bailarina que se había retirado del proyecto pues se había enterado de su embarazo, que por ser una beta debía cuidar más de lo normal.
Estaba al borde del pánico, si esto hubiese pasado antes, habría hecho un par de audiciones pero con los días encima y las otras presentaciones consecutivas a esa y aunque de menor tamaño, eran igual de importantes, no le quedaba más que buscar por el mismo una bailarina que lo hiciera bien y confiar en lo que el internet decía de ella.

Tomo su celular, estaba cansado y no podía fingir que podía hacer esto solo.

—¿Hoseok?—preguntó apenas contestaron la llamada.

—Hola, Yoongi ¿Está todo en orden? Llevas más de una semana sin hablar, supuse que estabas componiendo como desquiciado como de costumbre .— rió armoniosamente.

Su mejor amigo y representante lo conocía perfectamente, sabía que antes de un concierto, no le vería ni la sombra.

—¿Viste que Seulgi renunció, cierto? Hoseok ¡Me quedé sin bailarina!— el alfa estaba de muy mal humor, desprendía un olor fuerte, lleno de frustración.

—Calmate, podemos encontrar otra, aún quedan tres semanas...—contestó con la calma que le faltaba y faltaría a Yoongi por el resto de su vida.

—He estado buscando en internet, hay muchas chicas que parecen bailar bien pero, ninguna me convence. Necesito una gran bailarina, la mejor de Busan. Este concierto es muy importante, mi padre estará presente, no puedo dejar que...— la voz del más chico lo interrumpió de golpe.

—Hey, no te preocupes, yo me encargo, duerme tranquilo Min, Te llamaré mañana. — y seguido de esto, se atrevió a colgarle.

Siempre había sido un alfa organizado y sereno, pero con Hoseok era casi imposible mantenerse tranquilo, ese hombre tenía el afán de siempre hacerlo perder la cabeza, era tan relajado que parecía que nunca trabajaba, por suerte, nunca había fallado como su manager y como su amigo, tampoco. A menos que contara todas esas veces que le dió su número de teléfono a omegas que le parecían "adecuadas para el", afortunadamente, Yoongi estaba muy ocupado como para contestarles.

Por su parte, Hoseok, dentro de aquel bar y con una cerveza frente a él, seguía buscando, había pasado por todas las redes sociales una y otra vez, sin tener ningún éxito, pensaba pegar cárteles mañana a las seis de la mañana de ser necesario, si no, Yoongi lo colgaría de los huevos. La música estaba lo suficientemente alta para que su pierna comenzará a moverse de arriba a abajo en un tic involuntario, de haber sabido que vendría y recibiría una llamada de Yoongi a la mitad de la fiesta, se hubiese quedado en casa.

La puerta tintineó, dando aviso a las personas que obstaculizaban la puerta que alguien más iba a entrar y cuando esto pasó, pudo jurar que había sentido sus encías cosquillear, al diablo el trabajo, lo haría luego.

Había estado bailando con aquel omega una buena cantidad de horas y no solo eso, si no que habían estado bebiendo, hablando y coqueteando la mayor parte del tiempo, Taehyung era el omega más hermoso que había visto Hoseok en toda su vida y Hoseok era el alfa más sexy e interesante con el que Taehyung había tenido una conversación. 

—Uhm.. —balbuceó un poco al llegar al auto acompañado de aquel omega con olor a fresas. —¿Puedo tener tu número?— preguntó finalmente.

—Por supuesto, Hoseok.— asintió mientras el otro sacaba su teléfono de su bolsillo y dejaba que el contrario escribiese lo que pidió.

Luego de despedirse con un ligero toque en la mejilla del menor, en medio de la madrugada, se dirigió a casa sonriente.


Hoseok no tenía planeado lo que iba a sugerirle la aplicación una vez que trató de buscar al omega que habia estado con él esa noche.



Hoseok no tenía planeado lo que iba a sugerirle la aplicación una vez que trató de buscar al omega que habia estado con él esa noche

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hola.
Hace mucho no escribía y me hace muy feliz traerles este mini fic, espero les guste y lo disfruten. Gracias uwu

Not so innocent. [YM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora