29 de febrero

De vuelta a la realidad... ¿o no?: CAPÍTULO 5

Me levanto a las 6:30 de la mañana, ya que la universidad está lejos de casa. Ahora que tengo el Jeep tardaré menos en llegar. Antes tenía que coger dos buses para llegar y tardaba veinte minutos porque mi padre no me dejaba coger la moto por si me la robaban. Me voy a la ducha, me pongo las cremas, me arreglo el pelo, me maquillo (rimel y corrector, no me gusta maquillarme mucho) y me visto. Voy a despertar a mi hermano, este no es mucho de rutinas al contrario que yo. Me voy a desayunar y mi hermana ya está en la cocina. Preparo mi desayuno de siempre: un bol de cereales con una manzana y preparo el bocata de Michael para el recreo. Subo a hacer la cama y a lavarme los dientes. Espero a Hermes en la puerta para irnos, porque mi hermana se va a la uni con su novio Jake.

Cuando llegamos a la universidad me despido de mi hermano y me dirijo al edificio de psicología. Rebekah me espera en la puerta y la saludo. Esta estudia psicología como yo, Rachel estudia traducción. Entramos en la primera clase que es ética, con el profesor Paul Ruedas. La clase se pasa rápido nos ponen un par de trabajos para dentro de un més y uno es en grupo. Cuando salimos para la siguiente clase (introducción a la psicología) Rebekah y yo hablamos de como hacer el trabajo y que día quedaremos.

Las clases pasan y ya es la hora del descanso. Nuestro horario es una pasada. Hacemos tres horas seguidas de clase de 7:00 a 10:00 y luego una hora y media de descanso donde podemos estar por todo el campus. Rebekah y yo siempre quedamos con Rachel, Jaden, Noah y mi hermano en la cafetería del campus donde sirven un café buenísimo. Después vamos al campo de atletismo que es donde Noah entrena mientras los demás hacemos deberes o estudiamos. Después del descanso Rebekah y yo vamos a nuestras últimas clases del martes que son inglés y cultura y valores. Antes de llegar a la última clase Rebekah se va al baño un momento y yo voy a clase. Cuando me siento me suena el móvil y me da un parraque pensando que es Zack pero:
Mamá 13:31: Cariño necesito que vayas a buscar a Michael al colegio, ha habido un problema con un cliente te quiero <3
Yo 13:31: Ok, te quiero.

Cuando acabo la última clase voy a comer con las chicas y luego voy a casa. Hermes hoy tiene entrenamiento así que vuelvo con Abby.

- ¿Qué tal tú día? - me pregunta mi hermana.
- Bien. ¿Mamá te ha preguntado si podias ir a buscar a Michael?
- Sí, pero le he dicho que iba a casa de Lucy a hacer un trabajo que tenemos que acabar para el viernes . ¿Tú no tienes entrenamiento hoy? - Hago volei los martes y los jueves pero hoy no porque han cancelado el entrenamiento.
- Han cancelado el entrenamiento, la entrenadora no podía venir y no ha encontrado sustituto.
- Bueno, ¿quieres que vayamos de compras cuando acabe el trabajo?
- Claro

Cuando llegamos a casa voy a mi habitación y leo un poco. Mi habitación es como un refugio para mí. Tiene una cama de matrimonio, un escritorio con una estantería enorme donde pongo todos mis libros, un huevo colgante donde descanso, un tocador y luego hay dos puertas una es el baño y otra es el armario. También tengo un balcón donde veo el jardín trasero. Hay una ventana muy grande con un banco incorporado (típico de las casas americanas) donde me gusta sentarme y leer. A las 17:00 voy a buscar a Michael al instituto y lo veo con un ojo morado.

- ¡Michael! ¿Qué te ha pasado en el ojo? - pregunto espantada
- Un niño me ha pegado porque le he gritado.
- ¿Como se llama ese niño? que hablaré con sus padres.
- ¡No! - exclama asustado - Me volverá a pegar si hablas con sus padres
- Michael, tenemos que hacer algo
- ¡No, no, no, no, NOOOO! - grita como loco y luego se echa a llorar
- De acuerdo, vamos a casa. ¿Quieres mirar alguna peli?
- Vale

Cuando llegamos a casa aparco y le digo a mi hermano que vaya abriendo la puerta. Cojo las cosas y oigo que Michael está hablando con alguien. No me lo puedo creer. Zack está sentado en mi porche hablando con mi hermano:

- Te he llamado pero no contestabas - dice este
- Lo siento no lo he escuchado, iba a ver una película con mi hermano ¿quieres entrar?- Le pregunto, ojala diga...
- Sí, claro.