a c c i d e n t e

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A C C I D E N T E

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A C C I D E N T E

Después de aquel día donde Aileen había visto al chico de ojos dorados; se comenzaba a murmurar la llegada de Isabella Swan, la hija del jefe Swan

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Después de aquel día donde Aileen había visto al chico de ojos dorados; se comenzaba a murmurar la llegada de Isabella Swan, la hija del jefe Swan.

Días siguientes, comenzaba la temporada de lluvias haciendo que todo el lugar estuviera húmedo y a la vez fresco, cosa que a la rubia le gustará que conducía su coche para llegar al estacionamiento del instituto que al bajar del coche y comenzó a caminar para acercarse a Erick y los demás.
Al poco rato las llantas de una patrulla estacionándose frente al Instituto. El auto abrió sus puertas y bajo una chica con cara de pocos amigos.
-Déjame aquí Charlie- Habló aquella castaña mientras caminaba a la puerta del Instituto.

-Ya llegó Isabella Swan- dijo Erick con emoción mientras caminaba apresurado a la entrada.

-¿Qué le ven a esa simple?- Habló con una pizca de molestia Jessica. Mientras rodaba los ojos, y me tomaba del brazo haciendo que comenzaremos a caminar a la entrada del Instituto.

-¿No es bonita?- preguntó Ailee, a lo que Jessica río con sarcasmo y soltó a la rubia para entrar al instituto.

Ailee entro al aula que de inmediato miro a toda la clase, lo cual hizo darse cuenta que cierto cobrizo estaba sentado en el único lugar vacío.

-Toma asiento junto a Edward- Habló el profesor dirigiéndose a Ailee, seguido que ella caminará hacia el y tomará asiento, al estar junto a el este reacciono y volteo a ver con cierta cara de tranquilidad a la chica que estaba a su lado la cual respondió con una sonrisa.

-Hola, soy Edward Cullen- Habló a lo cual asentio la rubia para echar un vistazo al chico que sin duda era lo que todas llamaban perfección, aunque no era su tipo debía admitir que era guapo.

-Ailee, Aileen Blake- respondió para luego prestar atención que fue imposible por la mirada de cierto cobrizo, lo que hizo que ella comenzara a hablar seguido por el durante dos horas. 

Minutos después Ailee se encontraba en la cafetería, que al verla podrías notar fácilmente que moría de hambre, como si los mil años que había vivido no hubiera comido ni un solo bocado.

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