El Heredero

Capítulo VI "Mentiras II"

"MENTIRAS II"

21 de Mayo del 2020

C A M I L E   B O S T O N

    Respire profundo, tratando de olvidar lo que había acontecido hace unos instantes y me había dejado atónita, la forma en cómo se expresaba, en como se veía, su tono de voz, tenía demasiada similitud con él, sacudí mi cabeza, saliendo de mis pensamientos y me prepare mentalmente para la excusa que le diría a Vía, sí una excusa. Necesitaba obtener información, necesitaba un computador, o algún aparato con conexión a Internet  y en mi casa no podría por lo menos no ahora, conocía bien a mi papá lo suficiente para saber que ahora me mantendría vigilada y  no caería en tus trampas. 

¿Por qué pedírselo a ella? Pues no iba a recurrir a Abel y menos alguno de sus padres, prácticamente no conocía a nadie más aquí y no planeaba contarle la verdad, al menos no toda.

Antes de que pudiera tocar la puerta, esta se abrió dejando ver a una Via sollozante y con los ojos cristalizados e hinchados, al parecer de tanto llorar, su semblante estaba pálido y su malestar era notorio, al verme intento limpiar sus lagrimas cubriéndose con una almohada pero fue en vano.

—No tienes porque ocultarte.—susurré, acariciando sus mejillas húmedas.

—Lo-losiento, no me gustan que me vean así.—levanto su vista hacia mi—No sabía que vendrías.

Esto me pasa por actuar sin pensar bien antes, me reproché mentalmente.

Debí pensarlo mejor.

—Fue mi culpa, no esperaba tampoco venir.—me miro confusa—Llegue hace unos minutos y te escuche discutir con tu hermano, obviamente no es un buen momento y debería irme.—ella negó y tomó mi mano en señal de qué me quedará—¿Segura? Porque puedo volver luego si deseas.

—No te preocupes, tal vez me haga bien compañía—se acomodó más tranquila—¿Mi hermano no es alguien fácil sabes?

Oh claro qué lo se.

—Parece alguien...diferente—dudé antes de hablar—Pero Mark es peor así que te entiendo—su semblante cambió notablemente y sonrió.

—¿Te puedo hacer una pregunta personal?—asentí dudosa—¿Alguna vez has tenido un problema tan grande qué necesitabas a tu familia pero ninguno te apoyo?

La comprendía.

La comprendía perfectamente.

Cuando desapareció Aiden fui la primera en darse cuenta que algo malo estaba pasando pero nadie me creía, decían qué estaba exagerando, que no le había pasado nada que solo había desaparecido como símbolo de rebeldía pero no era así, esa fue la última vez que lo vi, la última vez que lo escuche reír.

Como te extraño pequeño.

—Sí—murmure apenas—Aunque luego se arrepintieron de no creerme pero ya era muy tarde.

—Eso me esta pasando—acotó nerviosa—Nadie me cree, todos piensan qué miento y no es así ¿Por qué nadie me cree?—se preguntó más para sí misma.

No la entendía pero sabía como se sentía solo quería apoyarla, saber qué no estaba sola.

—Estoy segura qué si te contara tu tampoco me creerías—habló frustrada y yo negué repetidas veces.

—No puedes decir eso si no lo intentas, puedes contarme que te ocurre si deseas claro.—añadí insegura—Te escucho.

Jugaba con sus manos nerviosa y veía a un punto alejado de nosotras sin decir nada, solo se escuchaba su respiración agitada en la fría habitación.