La Chica de mi Mejor Amigo

Capítulo 3

Mientras conducía hacia casa de Brooklyn, escuchábamos música en la radio y cantábamos a todo pulmón, y me contó del chico rudo que se le hizo atractivo, su nombre era Lucas Anderson y era nuevo, compartían una clase juntos, él se le acercó a ella, le preguntó que si se podía sentar atrás de ella y que buscó cualquier excusa para hablar con ella en el transcurso de la clase, el platicar con Brooklyn, me hizo olvidarme de Jeremiah y Mackenzie todo el trayecto de la escuela hasta su casa.

Al llegar a su casa, tomé su mochila (que se encontraba en el asiento de atrás), se la di y se despidió con un beso en la mejilla. Me aseguré que entrara a su casa y comencé a conducir tranquilamente hasta la mía e inexplicadamente, la imagen de Jeremiah y Mackenzie abarcó mi mente, específicamente la cara de Mackenzie. Esos ojos verde-olivo, me estaban volviendo loco, todo lo que me estaba haciendo sentir, era completamente nuevo para mí, tenía que hacer algo al respecto y rápido, pero aún no sabía qué.

Cuando llegué a casa, me di cuenta de que había una motocicleta y un Cadillac ATS gris enfrente de ella. La motocicleta era de Mason y el carro de Jourdan. Acomodé mi carro dentro del garaje y entré a la casa, la primera persona que vi fue a mi hermana, acostada en el sillón de la sala, mirando la tele, que, al escuchar que había llegado, dijo:

-Los idiotas que se hacen llamar mejores amigos, están en el cuarto de juegos, dile que paren de gritar, no me dejan escuchar nada -sonó fastidiada, y la entendía, a veces se ponían muy intensos-. O si no, yo misma iré arriba y arrancaré todos los cables que encuentre, a ver si así se callan.

Subí rápidamente las escaleras, caminé hacia el cuarto de juegos y ya podía escuchar sus gritos desde afuera. Al entrar, vi a Jourdan, Mason y Jeremiah sentados en el largo sillón que teníamos, estaban tan concentrados jugando Mario Kart, en el Nintendo Switch que tenía que ni me escucharon entrar.

-Saben que no viven aquí, ¿verdad? -les dije, dejé caer mi mochila al suelo y me acomodé en el sillón reclinable que tenía a la derecha-. Esta es mi casa, no la suya, además, el hecho que mi madre se encuentre fuera no significa que puedan pasar cuando se les plazca, hay una menor de edad presente y sola.

-Tu hermana ya había llegado cuando llegamos, así que no tuvo problema en dejarnos pasar -me contesto Jourdan, completamente concentrado en ganar-. Además, siempre estamos aquí hermano, ya nos hemos quedado a dormir un millón de veces, no somos completos extraños, oh y sabes que tu mamá nos ama.

Por último, Jourdan Harris. Jourdan se acopló a nuestro grupo bastante tarde, desafortunadamente, su madre lo había abandonado a él y a su padre y se fueron de su ciudad natal, aún recuerdo cuando lo vi. Estaba sentado solo en una banca del patio en la secundaria, parecía cabizbajo y le dije a Jeremiah qué si nos acercábamos a él, cuando lo hicimos, se mostró bastante tímido (a pesar de tener el físico del típico brabucón que te quita tu dinero) y desde ahí se volvió nuestro amigo.

Él era de la misma altura que Jeremiah, era blanco (casi igual que Emma), tenía ojos azules, una mandíbula extremadamente marcada y su cabello era algo ondulado y casi negro, respecto a su personalidad, Jourdan era bastante tranquilo, de hecho, era el más tranquilo de todos, pero a la hora de hablar, era muy ingenioso y también muy inteligente, dejó de ser tímido con nosotros una vez que ya llegó a conocernos más a fondo, pero con personas que no eran muy cercanas a J, aún seguía siendo algo penoso.

-Si, no somos completos desconocidos y no es la primera vez que venimos a tu casa, sanguijuela, así que corta el drama -me dijo Jeremiah-. ¡QUÍTATE DE MI CAMINO MASON! -gritó, ya que Mason, solo estaba chocando con él, y no podía avanzar-. Si no te quitas, te haré que choques y que ya nunca juegues.

- ¿Notaron lo hermosa que se veía Roxanne hoy? -dijo Mason-. Este es el año señores, será mi novia cuando llegue la graduación.

-Que buen chiste amigo -Jourdan le dijo y empezó a reír a carcajadas, siempre decía lo mismo todos los años-.