«¿Cómo podría dejar de amarte?, eres lo mejor que me pudo pasar en esta vida, aunque no me conozcas, siempre te observo en aquel parque, cargando una libreta de dibujo, tu hermosa mirada azulada concentrada en sus trazos. Por un momento me gustaría...
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Desde aquel extraño encuentro mi día a día se había vuelto más raro, no podía dejar de pensar en aquella mirada celeste y esos claros mechones, mis amigos me habían notado distraído, y un sin fin de preguntas eran proferidas por ellos. Con un par de excusas poco creíbles lograba sacarmelos de encima, ¿Cómo podría decirles que estaba perdidamente enamorado de un extraño que me había mirado durante siete segundos en la parada del bus?, Me iban a creer un loco.
En fin, habían pasado al rededor de dos semanas y yo aún no podía sacarme de la cabeza tu hermoso rostro, esa nívea piel que se notaba tersa y suave; sacudí mi cabeza con brusquedad, llamando la atención de Boruto, quien chateaba con vaya-a-saber-quien, alzó una de sus cejas mientras apartaba su celular.
-Has estado muy extraño últimamente, ¿Qué ocurre contigo?
Boom, directo al grano.
No podía decirle que nada pasaba porque sin duda no me iba a creer, pero tampoco me encontraba mal, no era un problema muy grave; si ignoramos el hecho de haberme enamorado de alguien que no volveré a ver. -Solo estoy pensando en cosas. Mi madre quiere que llene mis planillas para la universidad... Si, mucho estrés.
No estaba mintiendo del todo, mi madre si quería que llenara esos papeles, era un fastidio eso lo aseguro, pero no era del todo preocupante. Boruto me observó un poco más y luego apartó la mirada alzando los hombros restándole importancia, y rápidamente volvió a sumirse en su muy importante conversación.
Quería preguntar, era curioso ver cómo Boruto se sumergía en su mundo cuando tecleaba la pantalla de su móvil, él nunca había sido muuuy apegado a las redes, pero desde hace un par de días que esto cambió. No tuve corazón para preguntar, tal vez con el tiempo él mismo me lo diría, eso quería pensar.
Nos encontrabamos en la cafetería del instituto, faltaban un par de minutos para que sonara el timbre de salida, por lo que habíamos decidido esperar a Denki, debido a que nosotros teníamos aquella última hora libre y él no. Iwabee probablemente estaría esperando junto a la puerta del aula como el buen novio que es. Rebusqué en mi mochila y saqué un gastado estuche, ahí guardaba hojas y papeles importantes, pude observar la primera carta que escribí, no había vuelto a hacerlo porque me forzaba a no pensar en toda esta situación, pero ¿Cómo no hacerlo?; Me rendí, tomé un lápiz y decidí por escribir todo lo que pensaba.
«Querido, err, misterioso rubio;
Hace ya unas semanas que te vi en aquella estación de bus, y es increíble la manera en la que escarbaste en mi cabeza, no he podido dejar de pensar en ti desde aquella noche. Sonará estúpido y un poco turbio, pero me gustaría que el mundo me diera una señal, para buscarte y decir "hey, eres muy lindo, déjame conquistarte", y es que... Me gustaría conocerte.
