Horizonte de eventos

511 54 51
                                    

  Hace un día atrás, recibo una llamada, eran los de la empresa. Me han dicho que entro a trabajar mañana, que esté listo y que sería un cadete. No tengo estudios en el área de administración, pero ser un cadete de una empresa así se me hace muy interesante y entretenido. No pretendo más que eso, y ver hasta donde puedo llegar.

  Hoy es ese mañana y ya estoy dejando mi casa atrás mientras viajo en el autobús. Siento una especie de ansiedad mezclada con ganas de vivir... Lo sé, lo mismo me pregunto yo.

[...]

·†·

  Estoy de pie frente al gran edificio otro día más. Siento una gran adrenalina, por fin he logrado lo que tanto busqué. Ingresé la clave que me dieron para poder entrar por mi propia cuenta y me sentía todo un señor. Vestía una camisa blanca y un jean negro, pues así decía que era la vestimenta necesaria. Traía conmigo también mi mochila, para guardar allí los encargos que tuviera que entregar.

  Me topé con un tío antes de llegar a mi oficina que robó toda mi atención.

— ¡Hola! Tú debes ser el que entró hace poco, ¿no?

— ¿Yo? —pregunto asegurándome de que no fuera para alguien más.

— ¡Sí, tú!

— Pues... sí, he entrado hoy. De hecho hace unos pocos minutos —bromeo y veo que sonríe.

— Entonces sígueme, ¡te vienes conmigo! —Lo seguí hasta su oficina y allí me sentó en frente suya— Me presento, soy tu jefe. Ahora que ya sabes quién soy, no creas que vendré aquí a exigirte demasiado. Piensa en mí como un compañero superior, ¡así te sentirás más cómodo! —hablaba con una simpatía que me cautivaba demasiado, y sobre todo tenía un acento particular. Y, sobre todo, el tío era bastante guapo— Ya sé cómo te llamas pero, ¿cómo te gustaría que me refiera a tí?

— Puedes decirme Rubik, eso estaría genial. ¿Y a tí?

— Dime «Ruso». Veo que has encontrado después de bastantes intentos este trabajo, por lo que el primer día viene fuerte -comenta, sonriéndome. Seguido de eso me entrega un paquete y me da la dirección de la entrega.

  Me sentía tan contento de tener este trabajo, de salir de lo rutinario. Mientras tenga oportunidades, me dará igual pasar por encima de quien necesite para lograr lo que necesito, porque, ¿quién dudaría de un ser con un rostro tan maravilloso?

[...]

•.❀°·

  La tarde estaba fresca, y sentía su suave viento por mi cuerpo. Paré a descansar cerca de una fuente, y me siento en su borde. Toco el agua y dejo mi mano sentirla, pues me trae recuerdos que tal vez, sean de los pocos buenos en mi vida. Perdí lo que tenía en mi vida y ni siquiera fue por mi culpa. Me dí cuenta de que todo simplemente estaba destinado a desaparecer, porque yo estoy condenado a perderlo todo. Entonces, ¿para qué amar? ¿Para qué tener amistades? Por quien único voy a hacer es por mí, incluso si eso significa engañar y utilizar al resto.

  Si me va bien en lo que hago, no dudaré en intentar llegar a lo alto, a donde el verdadero éxito lleva. No me asusta qué piensen de mi persona, todos quedarán conquistados con mi encanto, incapaces de dejar de babear por mí.

[...]

— Lo has hecho muy bien para ser tu primer día -me halagó el Ruso.

— Gracias —sonreí—, ¿ya debo irme?

— No hay nada más para hacer. Te espero mañana —me devuelve la sonrisa y me guiña un ojo.

  Vuelvo más contento que nunca, o por lo menos, más contento de lo que pude haber estado en bastante tiempo. Presiento que me irá muy, muy bien.

  Me subo al autobús y dejo descansar mis ojos hasta llegar.

[...]

·†·

  Me quito el suéter que traía al llegar y lo dejo en la entrada. Lavo mis manos y mi rostro en el baño y me dispongo a relajarme en el sofá. Me hizo muy bien mantenerme activo en todo el día; caminar llevando cosas de aquí para allá. Es sumamente relajante, porque al final del día se siente como uno productivo.

  Hablo un rato por móvil con Crisgreen, para relajarme y reírme un rato.

— ¿Y viste a alguien que pudiera a lo mejor ser tu pareja? —pregunta.

— Qué va, no tuve ni tiempo para pensar en eso —suelto una risa—. Si no me quieren con mi pedazo de voz, no sé qué más pueden pedir en la vida.

[...]

  Me bañé para estar más relajado y para recostarme. No tengo mucho hambre, así que quizá cene una ensalada o algo que no me caiga tan pesado.

  Me levanto para hacer aquello mientras oigo la televisión. Estaba viendo un video antigüo de Permadeath para recordar cuando aún estaba vivo. Tal vez lo podría haber hecho mejor, pero sentía que me lo merecía.

  Saco del refrigerador un bowl con ensalada y cojo un poco para hacerme unos taquitos wey. Al menos eso me va a gustar mucho y no me caerá pesado. Me siento a comer viendo otros vídeos y sintiendo ya como el sueño empieza a trepar por mi espalda.

«You felt your sins crawling on your back»

  Me es mucho más entretenido ver vídeos que ver la televisión —como suele ser—, y más mientras como.

  Sinceramente me da mucha pereza levantar las cosas así que simplemente las dejaré allí hasta mañana. Me pongo la pijama y estiro mi cuerpo, no es muy tarde pero me debo ir a dormir si mañana quiero levantarme con ánimos. Tener un horario estricto después de tanto tiempo de trabajar con tiempos algo locos, se vuelve un reto interesante.

  Me acuesto sobre la cama y me cubro, mientras reviso los mensajes en mi móvil. Apago la luz y miró por la ventana; parece no haber niebla esta noche, y a pesar de haber luna llena, se distinguen bien algunas estrellas.

  Recuerdo aquel día, cuando fui de campamento a un lugar en el medio de las montañas. Ese sitio era precioso, y jamás había visto un cielo tan negro, pero a la vez brillante. Distinguía cosas que jamás hubiera podido ver aquí, simplemente me invadió un sentimiento de asombro, ver qué había más allá. Ver la inmensidad del espacio en donde estamos, y saber que allí puedes hablar, porque no te van a juzgar.

«Son los únicos que te ven como eres».

— ×°

¿Qué tal? Aún no he escrito otro nuevo capítulo, tengo bastante que hacer de la escuela y el tiempo libre lo empleo en jugar, una disculpa. Pero aunque sea lo último que haga la voy a acabar <3

Will you be my little quarantine?

Hollow - RubikxShadouneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora