Retorcido

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  Subo a la oficina y allí estaba el Ruso, esperándome con una sonrisa. Joder, es tan guapo.

— ¡Buenas, Rubik! —me saluda con su típico acento.

— Buenos días, ¿qué hay para hoy? —el ambiente era más tranquilo ese día.

— Lamento tener que decirte esto a tu segundo día de trabajo, pero bueno.

— ¿Qué...? ¿Qué sucedió? —me acojoné bastante, sinceramente.

— Primero lleva esto a la central y lo hablamos. No te preocupes, sé que tú no podrás fallar.

  Bajo las escaleras con el paquete mientras pienso en lo que me dijo. Me ha dejado perplejo, sinceramente, y la duda me distrae muchísimo. Pero, si dijo que yo podré con eso, pues por algo será.

  Alzo mi mirada al horizonte y veo unas nubes oscuras a lo lejos. Más le vale al clima no ponerse a llover porque no me he traído nada.

  Apuro mi paso y antes de lo estimado, ya tenía el paquete entregado. Y menos mal, tengo ansias de volver.

[...]

— Bueno —se levanta de su asiento y mira por la ventana—. Tú quieres triunfar aquí, ¿verdad?

— Pues, claro...

— Me temo que tienes un contratiempo. Y uno muy competente.

— ¿Qué? —me estaba rayando, pero iba muy en serio el tío.

— Yo más bien preguntaría «quién», y acaba de entrar hoy en la compañía. Escucha, ha entrado un cadete nuevo, y aquí la competencia es fuerte, te explico: básicamente no hay suficiente material como para reclutar a más de uno para este cargo, pero lo han metido por sus capacidades. Entonces, en el mínimo momento en el que haya un recorte, el que menos eficiente sea va a ser despedido.

— Uhm —me quedé pensando en lo que me había dicho. Me molesté mucho, ¿por qué seguirían reclutando si solo me necesitan a mí? ¿No confían en mis capacidades? Joder—... Pues vale, créeme que no me va a superar, sea quien sea.

— Tú simplemente intenta hacerte su amigo, gánate su confianza y luego, ¡pum! Hazle algo para que pierda su reputación, su credibilidad... Destrúyelo si lo crees necesario.

  Joder, menudo loco parece este tío. Pero, mientras sea por mí, ¿qué mejor que deshacerme de los estorbos?

— Vale, lo tendré en cuenta. Y verás que no voy a decepcionarte, ni tampoco a mí.

  La gente está hecha para lastimar, solo aquellos pocos como mis amigos son los que aún no fueron consumidos por lo que sea que provoca que las personas sean un asco. Por eso no confío, no confío en casi nadie, ¿qué mejor qué eso? No confías, no te haces amigos y no te da pena pasar sobre ellos cuando lo necesites. Puro beneficio.

  Cuando salgo de la oficina voy a servirme algo de agua porque estaba sediento. Tuve una caminata larga al principio y bebí muy poco. En ese lapso, veo a un chaval que no había visto antes.

«Buah, qué tío más guapo»

  Se ve joven, tiene unas pecas muy llamativas, un cabello rojizo muy gracioso y mantiene una sonrisa muy llamativa. Me intriga muchísimo, si le pregunto al Ruso me ahorraré más lío.


— Es el nuevo del que te he hablado —serio, con una taza de café entre las dos mano, me mira.

— ¡Ah, vale! ¿Manos a la obra, supongo? —Él asiente con la cabeza, cerrando los ojos. Salgo de ahí, y en el momento en el que lo veo solo, tomando algo de agua, me acerco— ¡Hola! —le saludo con una amable sonrisa.

— ¡Buenas! —tiene una voz particular. No sabría cómo describirla.

— Tú debes ser el nuevo, ¿verdad?

— ¡Así es! He entrado hoy mismo —definitivamente tiene un acento diferente, muy intrigante.

— ¡Espero que nos llevemos bien! Trabajamos en el mismo puesto, así que pasaremos mucho rato juntos —le guiño el ojo— Soy Rubik —extiendo mi mano y acepta el saludo.

— Puedes decirme, Shadoune —¿qué clase de mote ridículo es ese?

«Shadoune... lindo nombre»

— Cualquier cosa que necesites, puedes contar conmigo —le sonrió—. Ahora vuelvo con mi trabajo, ¡nos vemos!

— ¡Adiós, Rubik!

  Qué manera de hablar más ridícula que tiene ese parguela... Se nota a distancia que lo es.

[...]

— ¿Y, cómo te fue? —me pregunta mi jefe.

— Pues bien. Se me hace súper irritable su manera de hablar y tiene cara de idiota —le digo sin mayor filtro.

— Es francés. Vivió en París hasta hace poco y se vino aquí para nuevas oportunidades.

— No ha elegido el mejor país, en ese caso —suelto una risa y me quedo pensando—. ¿Tú lo conoces?

—Se queda mirando hacia la nada— No, solo sé lo que me han dicho de la administración —por fin sus ojos vuelven a moverse y me sonríe—. Cómo sea, tengo este encargo para tí. Si lo entregas rápido, tendrás una media hora de descanso.

  Tomo el pedido —que debo añadir, pesaba un huevo—, y me dispongo a caminar al destino. Salgo de la oficina y veo al francés que me mira, y cuando nota que yo también, me sonríe. Menudo gilipollas ese tío.

[...]

  Para mí sorpresa, el día estaba más cálido. La mañana había estado un poco fría y ahora el sol hacía del ambiente mucho más agradable.

  En mi camino al destino, pasé por varias tiendas de estas que venden collares y esas cosas. Molaría tener una, la verdad. También pasé por algunos parques de por allí de la ciudad y me apeteció mucho arrojar una manta y tirarme allí a descansar.

Mientras seguía mi camino pensaba en el vídeo que subiría hoy. A pesar de que tengo menos tiempo, me siento más motivado para hacerlos. Es tan raro, joder. Estoy tan retorcido...

Hollow - RubikxShadouneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora