|La fiesta|

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Todos a nuestro al rededor están atentos a la escena que está armando este idiota

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Todos a nuestro al rededor están atentos a la escena que está armando este idiota. No sé de dónde saco el valor, pero le contesto.

—Eres un imbécil. Deja de creerte el centro del mundo y cómprate una vida.

Él se queda paralizado y boquiabierto. Se nota en su cara que no esperaba una respuesta mía. Yo por dentro estoy temblando de miedo, pero no voy a dejar que me intimide.

Arquea un ceja y sonríe amenazante. Se da la vuelta y sale de la cafetería.

Con el corazón en la boca por lo sucedido, vuelvo a respirar tranquilamente.

Salgo de la universidad con Klary, la verdad es que todavía sigo molesta y avergonzada por lo sucedido en la cafetería. Collins es una mierda de persona.

Tengo pruebas y ninguna duda.

Vamos de camino hacia el auto de mi amiga, hablando sobre lo ocurrido.

—Es un hijo de puta, si quieres lo pongo en su lugar.—Responde furiosa Klarissa.

—Ya déjalo, no hay que meternos en problemas.

—¡Trató de avergonzarte en frente de todos! ¿Quién se cree?

—Ya está, no quiero hablar más del tema. —le doy una mirada de súplica. Ella asiente con la cabeza.

Entramos al auto, y ella empieza a manejar. Voy mirando por la ventanilla sumida en mis pensamientos.

—...tierra llamando a Sele!-escucho decir a Klarissa después de un largo rato.

—¿Qué me estabas diciendo? Perdón no te escuché.

—Ay, esa cabecita tuya. Te decía que habrá una fiesta hoy en la noche, es por el inicio de las clases y vamos a ir.

—No, yo no voy.

—¡Vamos! Es nuestro primer día siendo universitarias, tenemos que integrarnos y hacer más amigos...

—A mi me basta con tu amistad.—le respondo.

—...Además van a haber chicos guapos.—dice guiñándome un ojo.

Miro al frente. Eso es lo que menos me interesa, todavía no supero lo que pasó con Aarón.

—Mira, solo hazme este favor. Además te hará bien salir un rato, estás todo el día encerrada.

—No lo sé...

—No acepto un no como respuesta. Iremos. —diga lo que diga no la voy a convencer de dejarme quedar en mi casa.—A las 10 de la noche pasaré por tu casa a buscarte.—bufo y asiento.

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Ya son las 9 de la noche, y todavía sigo sin haberme cambiado de ropa. Sinceramente, no quiero ir.

ON MY MIND [PPW #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora