capitulo 3

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=>Destinados<=

Jotaro solo podía ver al hierofante quien solo comía cerezas las cual siempre les daban los mortales como tributo.

-bueno él es su destino sr. Jotaro

Dijo Caesar mientras se iba, Jotaro estaba confundido

<<Pero el no es una bella doncella>>

Pensó Jotaro


Jotaro observaba a Kakyoin a manera de espionaje, por una parte le daba curiosidad saber si encajaba con la descripción. Kakyoin se quito su manto y corona pues le provocaban algo de calor, dejando expuesta una cabellera rojiza cual cereza que hacían ver sus iris violetas un poco mas profundos.

En eso sus miradas se cruzaron exponiendo a la estrella.

- Sr. Estrella XVII  ¿sucede algo?

- emm.... No nada

- no te quedes ahí, si quieres puedes acompañarme

- hierofante puedes decirme por mi nombre.. Jotaro

- y tú podrías decirme por el mío... Noriaki

El joven de la carta astral 17 se acercó al hierofante quien por cortesía le ofreció cerezas, Jotaro declinó oferta.

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Pasaron la tarde hablando de gustos y el desempeño que tenían en sus roles cartas astrales. Jotaro confirmaba que la descripción de Holly era cierta. Noriaki era cálido con sus palabras y hacia sentir a Jotaro completo.

Todo pudo haber sido hermoso si no fuera por qué una rara fuerza del templo XIII y XV comenzó amenazar la tranquilidad de aquel reino.

Las trompetas empezaron a sonar haciendo que la estrella y el hierofante salieron corriendo a ver lo que pasaba.

Monstruos de hielo y sombras atacaban a las demás cartas.

Nadie sabía como esos monstruos habían salido del limbo y las tinieblas del calabozo.

En un descuido de Jotaro en palea el iba a ser atravesado por una estaca de hielo pero Noriaki se interpuso, recibiendo todo el impacto.

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Tras una batalla ardua los monstruos regresaron al limbo.
Muchas de las cartas astrales terminaron mal heridas y otras muertas.

Uno de ellos fue Noriaki quien murió salvando a Jotaro. El se sentía culpable, pues creía que Noriaki no debió morir asi.

Aun cuando fueran dioses ellos s podían morir en batalla o de edad (miles de años).

Jotaro miraba el cuerpo inerte del cabellos cereza, no dejo las cosas así por lo que les pidió a los de la capilla del Zodiaco Tauro que le construyeran un féretro de oro con adornos de rubíes y esmeraldas.

Y así lo hicieron, con una cubierta de cristal; Jotaro con suma delicadeza recostó el cuerpo del hierofante y le cubrió con un manto hecho de estrellas y constelaciones.

Jotaro ponía flores en aquel féretro, día tras día y el pasar del tiempo hasta que Jotaro falleció de edad sin haberse enamorado de otra persona mas que del hierofante.

Fin del capítulo 3

almas gemelas del destino [JOTAKAK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora