Mi Ultima Carta

1.- ¿Otra Carta?

Me desperté a causa del despertador que estaba sobre la mesita de noche junto a mi cama, no quería levantarme pero debía ir a trabajar. Me levante con pereza y me dirigí al baño para hacer mis necesidades y seguido darme una ducha de agua tibia.

Una vez termine de bañarme salí de la ducha y enrolle una toalla a mi cintura, salí del baño para dirigirme a mi armario y vestirme, tome unos vaqueros rojos, una camiseta negra de manga larga, mis bóxer, un par de calcetines y los deje sobre la cama, con la toalla me comencé a secar para seguido vestirme con lo mencionado, me coloque mis converse negras y baje a la cocina para prepararme el desayuno, me hice unas tostadas untadas con mantequilla y una taza de café.

Cuando termine de comer deje lo que había usado en el lava bajillas y me dirigí a la sala en la cual al centro de esta había una mesita de vidrio y el ella reposaba mi celular, lo tome y lo metí a mi bolsillo junto a mi billetera que estaba tirada en el sofá, me dirigí a la puerta y de un perchero junto a esta descolgué mi abrigo para seguido colocármelo y verificar si en los bolsillos de este estaban las llaves, efectivamente hay estaban, abrí la puerta y salí de mi casa de camino al trabajo.

Cuando llegue a este me dirigí al salón de empleados donde uno podía dejar sus pertenencias sus casilleros correspondientes o debes en cuando almorzar en la pequeña mesa que había a un rincón de la habitación.

Yo deje mi abrigo en un perchero de madera que había junto con otros abrigos y chaquetas de los otros empleados y salí al gran salón repleto de libros y alguna que otras revistas.

Salude a la cajera de turno que estaba sentada tras un escritorio y me le acerque, ella me indico que tenía que ordenar algunos libros que habían llegado recientemente en sus respectivos pasillos y categoría, luego que terminara eso solo me pidió que hiciera lo mismo de siempre que sería ayudar a los compradores y mantener limpio el lugar junto a mi otro compañero de turno.

La mañana pasó rápido y yo ya estaba exhausto, llego la hora del almuerzo donde nos daban dos horas de descanso para así poder comer tranquilos o descansar.

Yo iría a comer a mi casa ya que se encontraba cerca y luego volvería. Me dirigí nuevamente a la habitación de empleados y tome mi abrigo, seguido me lo coloque y salí despidiéndome de algunos de ahí.

Afuera hacia más frio de lo usual, me encontraba caminando por las calles que comenzaban a colocarse húmedas a causa de la neblina que se estaba creando, lleve mis manos a los bolsillos del abrigo para mantenerla calientes y me sorprendí al tocar un trozo de papel en uno de estos, rápidamente lo saque y me lo quede mirando, este era un sobre un poco más pequeño que al de ayer, en la parte de atrás salía lo mismo, "Smile" y un poco más abajo "Christ", lo volví a guardar nervioso y apresure el paso a casa.

Una vez frente a esta, abrí la puerta rápidamente y me adentre cerrando la puerta tras de mí, me dirigí a la sala y me senté en el sofá sacando el pequeño sobre temeroso.

¿Cómo había llegado esta carta hay?, ¿Habrá sido uno de mis compañeros de trabajo?, ¿Por qué lo harían?, muchas dudas se formaban en mi cabeza y mientras me debatía entre abrir o no el sobre, finalmente la duda gano y decidí abrirlo, desdoble la hoja que venía dentro y leí.

"Hola Christ

¿Cómo estás?, espero que bien, me alegra que hayas seguido mi consejo de colocarte un cómodo abrigo como este, ¿Cierto que hoy hace frió?, más que ayer, pero bueno es lo usual en el invierno. Cambiando de tema, ¿Has pensado en el hecho de que esto puede ser una especie de broma?, espero que no porque sinceramente a mí no se me dan las bromas, pero de todas formas lo entendería si es que fuera así, no todos los días llegan cartas de este tipo, pero ya te acostumbraras, bueno solo quería que sepas que estoy agradecido el saber que has seguido mi consejo de usar ese cómodo abrigo y el aclararte que esto no es ninguna broma ni nada, está bien te dejo que si te sigo escribiendo poco después puedo terminar de escribir un libro, pero que puedo decir, me encanta escribirte.

Nos leemos luego, adiós"

Termine de leer y esto me dejo aun mas confundido que antes, guarde la extraña carta dentro del sobre y la deje sobre la pequeña mesa de salón, estuve un rato más asimilando y haciéndome preguntas sin respuestas hasta que decidí que ya era hora de almorzar y continuar el día comúnmente aunque más de una vez se me cruzaba la imagen de aquellas extrañas cartas.