ONE MILLION ("No todo esta descubierto")

Cap. 12: Un ser misterioso al rescate

El tiempo se empieza agotar, los Boei acaban de destruir el núcleo del planeta y los daños en el ambiente empiezan a notarse. La advertencia de Belmont a Belcemio fue muy seria, el va ser capaz de dejar la vida para proteger a esa niña inocente de todo este conflicto.

Las tropas Boei atendieron el llamado del asesinato de la niña e inmediatamente van en su búsqueda, aunque no entienden como Alana pudo engañar a Belcemio cuando ya esta le había entregado el cristal, pero sin embargo acatan la orden.

La señora María y Alana se encontraban en su casa descansando, puesto que ya era de noche. En eso escuchan fuertes golpes en la puerta y la abuelita se levantó desesperada a abrirles, en eso los soldados la toman a la fuerza y le exigen que inmediatamente le entreguen a Alana, que la orden es asesinarla pero ellos prometen perdonarles la vida si ella entregaba el cristal de nuevo. La señora quedó confundida, ella tenía entendido que ya le habían entregado el cristal asi que rápidamente, con el corazón latiéndole muy rápido debido el gran nerviosismo que tiene, va a la habitación de Alana y se da cuenta que tiene el cristal puesto en el cuello. Quedando totalmente impactada y sin comprender absolutamente nada.

En eso levantó a Alana diciéndole que por favor le entregue el cristal, ella se despierta algo nerviosa y se revisa el cuello, al ver que tenía ese objeto de nuevo gritó desesperadamente: ¡Pero si yo lo había entregado!

Uno de los soldados algo impulsivo lastima a la niña y le dice que se lo quite o si no la dan de baja. Ella apresuradamente intenta quitárselo pero los nervios hacen que su manos tiemblen. Mientras le generan presión haciéndole daño a su abuelita, ella solo grita : ¡Ya! ¡Por favor! No le hagan más daño, está sufriendo mucho, tengo mucho miedo, quítenme ustedes el cristal

Uno de los soldados dijo: ¡No lo hagan!, ¡Puede ser una trampa!, ¡Que ella lo entregue!

¡Yo se los voy a entregar!, ¡Por favor calmense!, ¡No la vayan a lastimar es una niña, pudiese ser su hija!, dijo la señora María desesperadamente.

El que anteriormente había actuado con altanería e impulsividad arremete disparándole a la señora María en la cabeza, matandola en seco, cayendo al piso mientras la sangre adorna la habitación de Alana.

Los otros soldados arremeten contra el soldado, diciendole: ¡No había necesidad de eso!, ¡Acabas de cometer un error!

La niña queda totalmente impactada, no sabe si llorar o explorar de la ira, acaban de asesinar a lo último que le quedaba, su más grande tesoro, su abuela.

Alana intentaba quitarse el collar pero esa situación hizo que dejara de hacerlo, quedando totalmente en frío.

¡Mátame!, dice Alana de forma muy rara a los soldados.

Ellos quedan horrorizados ante la reacción de ella, es muy extraña, sienten que algo muy increíble esta por pasar, así que para evitar algún hecho futuro también le disparan.

Alana cae al suelo, pero no muere, sigue siendo inmortal, el cristal la había escogido a ella como su portadora, así que los poderes jamás la abandonarían.

Luego de ellos verla caer y pensar que estaba muerta, le toman el cristal e intentan irse rápidamente. Cuando notan que el color del cristal empieza a cambiar de color, de un rojo vinotinto a un rosado intenso rápidamente lo sueltan, se asustan de que algo fuese a suceder, en eso el cristal se devuelve hacia Alana, se levanta totalmente regenerada y con mares de lágrimas saliendo de sus ojos les dice: Destruyeron lo único que me quedaba, mi gran madre, mi abuela, solo por impulsividad, les juro en su nombre que todos ustedes me la van a pagar.

Luego de esas palabras emitió un grito diabólico, con mucha fuerza ella explotó y el cristal empezó a brillar muy fuerte, explotando todo el sitio borrando absolutamente todo a su paso