—Buen día— digo al ver a mis padres desayunado.
—Hola cariño— dijeron al unísono.
—Nos vemos en la noche—dije saliendo de casa.
Era viernes y estaba lloviendo, era la mejor combinación.
Decidí caminar, colocarme mis audífonos y tener una larga charla con mí misma.
La verdad, todo esto me estaba atormentado, no sabía qué hacer con mi vida.
—Alexa—escucho decir a alguien casi gritando detrás de mí.
Giro rápidamente para ver de quién era esa voz tan jodidamente familiar.
—Disculpa por gritar, pero venías tan concentrada en la música que no escuchabas mi llamado.—dijo riendo.
Y sí, ahí estaba Harrison...
—La verdad ni siquiera estaba prestándole atención a la música, estaba tan sumergida en mis
pensamientos. —digo con una falsa sonrisa.—¿Qué haces por estos rumbos?, ¿no vas en autobús al colegio?
—La verdad necesitaba pensar, así que decidí venirme caminando.—digo un poco incómoda.
—Alexa, lo estuve pensando....Y sí, deberíamos hablar de lo sucedido.
Mierda, me sentía tan nerviosa. Esto era algo que se me salía de las manos, odio sentirme así.
—Sí, tienes razón.—digo con la mirada en el suelo.
—¿Te parece si faltamos al colegio?
—Está bien, pero tú te aguantarás los regaños de mi madre.—digo riendo.
—Claro, soy experta en eso. —dijo guiñando un ojo.
Joder, era demasiado hermosa.
...
Nos encontrábamos sentadas en el parque que ambas elegimos para hablar.
—Y bien...¿comienzas tú o comienzo yo?— digo un poco incómoda.
—Comienzo yo.— dijo mirando el suelo.
—Bien.
—Alexa, no sé qué me está pasando.
Desde el primer día que te vi, te adueñaste de mis pensamientos, he intentado, te juro que he intentado sacarte de mi cabeza, pero se me hace imposible. Jamás me había sucedido esto, y me da miedo. Me siento tan cobarde por sentir todo esto, pero es que no me cabe en la cabeza cómo pude enamorarme de una chica, no sé cómo pude enamorarme de ti...— una lágrima se paseó por su mejilla.—Harrison, joder, Harrison!
He intentado cada noche sacarte de mis sueños, intentar no pensar en ti.
He intentado odiarte, odiarte con todas mis fuerzas, no he podido aceptar el revoltijo de emociones que causas en mí. Pero lo único que me atormenta es el rechazo, tengo mucho miedo a lastimar a mi familia con esto, tengo miedo a que nos juzguen por querernos.
Quisiera poder obligar a mi corazón a no quererte, pero por más que lo intente, no logro hacerlo.—digo casi llorando.—Alexa, tengo mucho miedo. No sé, sólo tengo miedo.—dijo escondiendo su rostro entre sus manos, llorando.
Me levanté rápidamente de la silla, brindándole mi mano para que ella hiciera lo mismo.
Suavemente limpié sus lágrimas.
Estábamos frente a frente, mirándonos directamente a los ojos.
—Harrison, a la mierda el qué dirán, Joder te quiero.
Y En menos de dos segundos mis labios se juntaron con los suyos.
Ella rápidamente se separó dejándome totalmente confundida.—No Alexa, esta vez seré yo la que te robe el beso.
Juntó nuestros labios en el más dulce y misterioso de los besos, y sí, digo misterioso porque ese sería el principio del mejor o peor momento de mi vida...
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Aprendiendo a amarte, cariño.
Teen FictionTodo en mi vida era normal, bueno, eso creía. Que si tuve novios? Sí. Que si me enamoré de verdad, pues no... ¿Por qué llegaste a revolucionar mi mundo, señorita? Créeme, nada ha sido igual desde que llegaste.