¿Te gusta el anime Naruto?
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Takara siempre había sido una persona seria y firme ante sus convicciones, no le agradaba la gente que se tomaba sin seriedad el trabajo que trae ser ninja. Juzgaba a las personas a penas las veía y de las primeras impresiones se basaba para crear lazos de amistades, lo que trajo como consecuencia que fuera una persona bastante solitaria.
Era bastante cercana a Hinata, una de las pocas personas que veía intentar superar sus defectos que no le permitían ser una gran ninja o al menos buena socializando. Takara apreciaba a Hinata y la ayudaba en todo lo posible con tal de que la Hyuga pudiera superarse. En una de sus tantas visitas a Hinata, vio a un grupo de personas peculiares en la entrada de la mansión Hyuga.
Dos de ellos llamaban fogosamente a Neji, el primo de Hinata perteneciente a la rama secundaria, mientras que la chica que estaba con esos personajes bastante acalorados, no hallaba donde esconderse pues la vergüenza que sentía por esos integrantes de su equipo era fuerte. Takara frenó su andar para pensar si valía la pena entablar una conversación o estar cerca de ellos para invitar a su amiga a comer. Cuando estaba dándose la vuelta para alejarse de una vez por todas de ese espectáculo, Neji salió de su hogar y al notar su presencia la llamó.
—Takara-san, Hinata-sama está entrenando con su padre, tardará bastante dijo con un tono algo despectivo, pues la relación entre ambos no era muy buena ya que no se habían dado la oportunidad de conocerse adecuadamente y la impresión que tenían de cada uno era negativa, sin embargo, a ambos le inculcaron modales y debido a eso se hablan de vez en cuando.
—Gracias, Neji-san —comentó para despedirse inmediatamente, y cuando por fin se iba a alejar de esa gente tan extraña, la llamaron.
—¿Eres Sarutobi Takara?-preguntó el mayor, la nombrada ya harta de no poder retirarse del lugar solo se limitó a asentir —¿Podrías entrenar con nosotros hoy?
—No, gracias. Tengo cosas que hacer, si no les molesta...—Mientras hablaba, otra vez se estaba dando la vuelta para irse, con tantas vueltas que llevo terminaré mareada, pensó Takara.
—Eso es mentira, los martes sales más tempranos de la academia y cuando terminas los quehaceres vienes a buscar a Hinata-sama para invitarla a comer.
Takara dirigió su mirada a Neji y tomó la decisión de nunca más hablarle o estar cerca de él. Le aterró la idea de que fuera un acosador o algo por el estilo. Después de haber estado observando al Hyuga por varios minutos, comenzó a escudriñar las apariencias de los demás. La chica se veía sencilla y le causó cierta gracia el recuerdo de su cara al ver el escándalo de su compañero y sensei, no le molestaba en lo absoluto su presencia. Dirigió su mirada al cejotas mayor, en ese instante estaba serio, cuando sus miradas se toparon pudo sentir que el intentaba adivinar sus intenciones, aquel sujeto no le agradaba, aunque conocía quien era y parte de su historia, su forma de ser tan extrovertida la incomodaba. Finalmente llegó el turno del cejas menor, no lo vio tanto tiempo, era la copia de su sensei y tenía una opinión más despectiva en comparación al mayoeenor. Suspiró, cerró los ojos fuertemente y sabiendo que después se arrepentiría de sus palabras, habló: —Está bien, acepto su invitación a entrenar. Con la única condición de que me digan sus nombres y habilidades.
