-Entonces el enano hizo la más grande de las estupideces -dijo Diego apoyándose en la puerta viendo el claro desastre -Eydan ¿nunca te enseñaron que no debes darle tus datos personales a personas que no conoces? Creo que hasta yo te lo dije -increpo tomando el café que este le ofrecía mientras el menor bajaba la mirada recordando lo que hizo
-Es un tonto, solo le pedí una maldita cosa hoy, que no saliera de aquí, pero fue lo primero que hizo -respondio quitándole prácticamente la taza, el menor solo bajaba la mirada escuchando el regaño de ambos
-Malditos, por que lo golpearon, supongo que no hubo necesidad solto todo -tomo a Eydan del mentón, pues los golpes le dejaron partes del rostro hinchado, sumándole ya a los que tenía anteriormente —
-Debieron cortarle la lengua, me hubieran hecho un favor -expreso con rabia -solo es un estorbo en mi vida, es obvio para que vinieron, querían encontrar un punto para atacarme, la deuda solo era una estúpida excusa -tiro el café que yacia sobre la mesa y lo agarro del cuello empujándolo contra la pared -si tu crees que a mí me importa lo que hagan contigo para joderme estás muy equivocado, pueden descuartizarte, tirar las partes en la puerta y yo pasaría sobre ellas, existe un impulso más fuerte que el de la paternidad, la supervivencia, pero creo que tú no la tienes en tu tonta cabeza
Lo soltó bruscamente, el cuarto quedó en completo silencio Diego desacreditaba aquel actuar pero al momento de salir tras él, Eydan lo detuvo
—Tu no, no te enojes conmigo, por favor... —pidio abrazando su pierna, Diego se agachó e hizo que se parará
—Hiciste la peor de las idioteces enano, esa gente no vino solo a cobrarle dinero a tu padre, te cuidamos demasiado como para que hagas ese tipo de cosas ¿Quieres aparecer muerto o quieres ser torturado? —pregunto directo mirándolo a los ojos —Mateo puede decir misa, pero le importas mucho, el no quiere que algo así te suceda. Así que deja de ser tan idiota, no hables con personas que no conoces y no respondas preguntas tan personales como, en que trabajamos yo y tu papá, dónde escondemos la merca, cosas así ¿Está bien? —Eydan asintió abrazándolo, amaba estar cerca de su cuello y oler su perfume, Diego le atraía más de lo que un día creyó, pero sabía que jamás lo vería con otros ojos.
***
—No sabía que Red tenía un hijo, mucho menos que fuera tan lindo, tiene una cara que quisiera romper a golpes —rieron todos a carcajadas—Pues si jefe, es hijo de la prostituta drogadicta del Búfalo ¿Recuerda?
—¿Tiffany?
—Esa misma —sonrieron mientras hacían señas obscenas en honor a la ya muerta,
****
se alejo un momento para darle una larga bocanada a su cigarro, Tiffany, como olvidarla si fue por ella que se acercó a Mateo, para destruirlo, porque el hizo lo mismo con la mujer que amaba, la metió en las drogas, la prostituyo e hizo lo que quiso con ella. A él nunca le dió la oportunidad siquiera de acercarsele, pues su pasado como testigo de Jehová no era lo que ella quería, hasta el día que murió, no supo cómo ni por qué, mucho menos que tenía un hijo con su peor enemigo —tu no fuiste mía, pero tú hijo si lo será***
—otra vez sentía el pecho dolerle, busco en el botiquín improvisado alguna pastilla que calmara su molestia pero ya no la tenía, optó por lo segundo que era buscar una lechuga en el refrigerador, pero no la encontró. Busco sus bolsillos encontrando más que dos monedas, las que a duras penas y le alcanzarían para compran un lechuga que no estuviera en tan mal estado.Se acercó a la tienda con miedo, pues la dueña siempre lo trataba mal porque muchas veces llevaba poco dinero o la cantidad exacta para algo muy económico.
—¿Tienes dinero? No me hagas perder el tiempo —pregunto con su típico tono antipático
—si, aquí tengo algo, quiero una lechuga pequeña
—¿Y crees que está miseria te alcanzará para una grande? Es obvio que será pequeña, y por está cantidad te puedo dar está —le dijo tomando una de las lechugas que se encontraba en el piso, junto con todas las verduras llegando a la putrefacción, el menor que no tenía de otra estuvo a punto de tomarla. Pero sintió como otra mano la esquivo de la suya
—¿Pero usted está mal de la cabeza? Cómo puede vender esa porquería, si con lo que le dio alcanza para una en buen estado —bufo molesto —y es increíble que tú le vayas a recibir esto, deme una grande, yo la pagare —Eydan se quedó anonadado al ver quién era, el muchacho que conoció en la colina, este pago el precio de la verdura y se lo extendió, al verlo de frente se quedó boquiabierto —pero que carajos, no hace mucho te vi algo normal y ahora tienes la cara más hinchada que un boxeador en su primera pelea que te paso —lo tomo del rostro, el menor que no sabía que decir giro de repente
—su padre, su padre lo hizo, ese traficante, irresponsable, golpeador, asesino, este torpe muchacho tiene la desdicha de ser su hijo, ese siempre será su castigo —cerro la ventanilla después de dar semejante intro de la vida del muchacho
—l-lo que dice es mentira, mi papá no es todo eso, yo, tuve una pelea
—¿esperas que te crea? Tienes cara de que no matas ni una mosca, pero bueno, tus motivos tendrás para no decirme la verdad, toma —le extendió el alimento y se marchó, el muchacho quedó más confundido que antes.
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ALMAS OSCURAS / La Desdicha De Lo Incierto
Ficção AdolescenteNo hay mucho que decir. Si has leído mi primer libro, imaginaras cómo va la trama de esta historia. Y pues, si logra enganchar los la continuaré, si no la quitarle de todas formas. Gracias 💚