Ella era tan tierna, tan alegre y risueña. Estaba echada sobre el tapete de plástico que ella misma había armado, las piezas tenían forma de rompecabezas. Se la había pasado de maravilla armando aquella cosa, pero ahora en un pequeño lapso de tiempo se cuestionó si aquello era normal... Para alguien de su edad.El lapsus acabó, se incorporó de golpe usando su abdomen, haciendo que el gran pañal blanco que llevaba crujiese de forma repentina. Esto a ella no le importó, estaba más que acostumbrada; notó el chupón que le colgaba de una cinta al cuello de la playera, lo cogió y se lo llevó a la boca.
Mientras succionaba, vió que debajo de la cuna estaban sus juguetes: dinosaurios, Barbies, botes de plastilina y demás.
Gateó hasta ahí y se agachó para intentar coger los juguetes, estiró aún más el brazo, levantando el trasero y dejando vislumbrar el pañal súper grueso que tenía puesto.
Salió de debajo de la cuna con los juguetes en las manos, victoriosa. Volvió al tapete y se dispuso a jugar y a crear escenarios imposibles para nuestro entendimiento. En su mente habían, gritos, explosiones y una música épica que le daba inicio a la parte en que el guerrero galáctico salvaba a la princesa.
*tok tok*
-!Vamos, nena, se nos hace tarde¡
Una mujer bastante guapa, que se conservaba muy bien para su edad interrumpió en el cuarto y en la imaginación de la joven.
Esta hizo un gesto de desagrado y se cruzó de brazos.
-Oh, por favor, debo de asegurarme de que no llegues tarde... -Dijo esto mientras ponía una mano en la entrepierna de la joven, estaba tibia.
-Por Dios, ¿Otra vez? Bien... ¡Arriba!
La cargó y la depositó en el cambiador que había en el mismo cuarto. La joven seguía con el entrecejo fruncido.
-¡No me mires así!
Siguió haciéndolo.
-¡De acuerdo! Haremos esto, si veo que te esfuerzas el día de hoy te compro un helado de los caros, ¿Vale?
Una sonrisa se dibujó en su rostro, relajó los brazos y las piernas para ponerse en una perfecta posición de cambio.
-Muy bien.
La mujer ya tenía todo lo necesario a la mano. Se puso unos guantes. Desabrochó el pañal y limpió con toallitas húmedas las partes íntimas de la joven, una vez limpia puso crema anti-rozaduras en zonas estratégicas y colocó talco uniformemente. Un nuevo pañal blanco ahora cubría a la chica.
El cambio estaba realizado. Pero no terminaba ahí.
La dejó sentada en el cambiador y fue hacia el ropero, de ahí sacó un leotardo, mallas, una falda transparente y unos zapatos de media punta. Desnudó a la joven dejándola solamente con su pañal y la vistió con las nuevas prendas.
-Buena chica, ahora, andando.
La tomó de la mano, salieron de la casa y la acomodó en el asiento para bebés del auto, era justo del tamaño de la joven. A un lado tenía un bolso pañalero con todo lo necesario en caso tuviera un accidente.
La mujer se acomodó en el asiento del piloto y condujo un buen rato hasta llegar a un edificio alto con ventanales, "Mary's Ballet" estabas estaba escrito en grandes letras plateadas.
Ambas mujeres fueron hacia la entrada luego de aparcar.
En ese momento los ojos de la joven se centraron y su expresión se volvió a una de acuerdo a su edad. Saludó a sus compañeras en el ascensor y estuvieron conversando animadamente hasta que llegaron al séptimo piso, dónde se dirigieron a un salón a parte, dónde estaban otras chicas, todas vestidas de la misma forma; listas para empezar las clases de ballet.
Otra mujer, esta vez rubia, entró al salón. Todo el alborozo se transformó en un solemne silencio al escuchar las palabras "Chicas, una fila"
Y así empezaron, calentamiento, estiramiento y prácticas de coreografía al son de los parlantes y las indicaciones de la profesora.
Nuestra protagonista, a pesar de tener algo muy distinto a la ropa interior común, se movía a la misma velocidad que las demás chicas. Sin embargo el pañal se podía notar fácilmente bajo las mallas y el leotardo. Las demás chicas a pesar de verlo no pronunciaron palabra alguna, estaban enteradas de todo; también la profesora sabía de la particularidad de su alumna, y aún así era una de sus preferidas.
En un lado de la sala estaban conversando las madres y apoderados de las chicas, la cuidadora de la joven no le quitaba el ojo de encima a su protegida, más en específico a su entrepierna. Apenas viese una mancha amarilla a través de las mallas se la llevaría a un lugar aparte para cambiarla.
Pero no pasó, las clases siguieron normalmente hasta su final. La joven se despidió de sus compañeras, estas iban a las duchas, ella iría junto a su cuidadora de vuelta a casa.
Ya en el auto la mirada fija de la joven se volvió una mirada despreocupada y relajada, dejó escapar lo que su vejiga llevaba toda la clase aguantando. Extendió los brazos y movió las manos hacia su cuidadora. Esta respondió con una sonrisa, sabía lo que significaba ese gesto; tomó el chupón que la joven había dejado en el auto y se lo metió en la boca, ella empezó a succionar inmediatamente al mismo tiempo que se quedaba dormida.
La cuidadora soltó una pequeña risita, se veía tan tierna así. Le acomodó el cabello y se sentó en el asiento del piloto. Ya le cambiaría el pañal en casa, hoy había sido un largo día.
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Una vida como bebé
Short StoryUna historia de temática... ¿Abdl? ¿Tbdl? ¿Acaso la protagonista será forzada? O quizás ella haya accedido. No tengo idea. ¿Cuántos capítulos habrá? Tampoco lo sé. Espero que disfruten este pequeño intento de historia. • • • • • • • PD: Si estás des...