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Un viernes en la noche el ángel se encontraba siguiendo al castaño por una calle oscura misma en donde el chico se encontró con sus amigos y decidieron irse a un antro cerca de ahí.

Junsu no pudo hacer más que suspirar y negar con la cabeza para volver a seguirlo en silencio. En un momento  los chicos se detuvieron y pudo ver como uno de ellos sacaba una bolsita con un polvo blanco y se las repartió a todos, el ángel impaciente quería correr para detener a Jaejoong pero sabía que no podía él sólo podía intervenir si el chico estuviera en peligro mortal así que no lo hizo.

Una vez que llegaron al antro Junsu pudo notar que el lugar apestaba a alcohol a donde sea que mirara podía ver a gente bailando, bebiendo, drogandose también vio como unas chicas arrastraban a un chico a una habitación con obvias intenciones, sólo pudo sentir pena por todos esos chicos desorientados, en lo que pensaba que tan mal estaba todo ahí no notó que Jaejoong ya no estaba.

Y tampoco notó que un chico alto, delgado de cabello y ojos negros, una piel pálida, una sonrisa maliciosa que usaba una camisa negra un poco transparente y una chaqueta de cuero que lo hacía lucir muy sexy se lo había estado comiendo con la mirada desde que entró al lugar.

Cuando lo notó ya era tarde el chico se levantó y caminó hacia el, Junsu pensó que se había metido en un gran problema pero el otro sólo pasó a un lado suyo y rozó levemente su hombro con el ángel y en ese pequeño instante ambos cruzaron miradas Junsu sintió sus mejillas arder y un extraño sentimiento de nerviosismo cuando el más alto le sonrió y sólo pasó de largo para la barra del bar. 

Se sintió algo decepcionado de que el no fuera el motivo por el cual el chico se levantó, luego recordó que tenía que buscar a Jaejoong, llevárselo sin levantar sospechas así que se puso a buscar a su protegido pero antes de que pudiera dar un paso sintió que alguien lo tomó de la muñeca al voltear se dio cuenta de que se trataba del chico alto con el que antes se había cruzado, se quedó tan sorprendido que ni siquiera podía hablar así que el más alto lo hizo

—Hola—. Al no ver respuesta sus ojos se oscurecieron, parecía que estaba a punto de golpearlo así que Junsu habló

—Hola, ¿podrías soltarme? Me estás lastimando—. El pelinegro sólo sonrió y aflojo su agarre pero no lo soltó

—¿Cómo te llamas? Nunca te había visto por aquí—. Mierda pensó Junsu estaba con el y creía que el dolor de convertirse en humano empezaría pero no fue así, era como si el chico que tenía en frente fuera de algún modo como el sólo que tenía un aura oscura.

—Mi nombre es Changmin ¿me dirías el tuyo?— dijo acercándose al bajito, Junsu sólo pudo dar unos pasos hacia atrás hasta que tocó la pared luego de eso Changmin se alejó con una sonrisa fue ahí cuando Junsu se dio cuenta de que Changmin era un demonio.

Nunca antes había sentido ningún tipo de tentación por lo que fue difícil resistirse al sexy demonio que se encontraba frente a el, tal vez no intentó mucho resistirse porque al ver a Changmin alejarse Junsu dio un paso adelante mientras el chico demoníaco sólo se burlaba en su mente y se cuestionaba cómo era posible que un ángel cayera así de fácil.

Pensó que sería divertido poner a prueba al ángel una vez más así que se acercó y tomó las mejillas del otro y se inclinó con la intención de besarlo.

Junsu no podía creer que estaba sucumbiendo tan fácil pero la tentación y la curiosidad eran demasiado fuertes para ser manejadas por un pequeño ángel, ni siquiera lo pensó sólo hacía lo que su cuerpo le pedía y eso era ponerse de puntas y colocar sus manos en los hombros de Changmin y cerrar los ojos esperando el beso que no llegó.

Cuando abrió los ojos vio que el chico ya se había alejado otra vez Y se burlaba de lo inocente que podía ser.

—¿A que estás jugando?— estaba molesto por caer una vez más

Peligrosa Tentación Mi Dulce Perdición [minsu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora