Ya estando dentro de la casa de Jaejoong. Changmin se dedicó a ver lo mal que lucía la casa por dentro cosa que no le importó mucho tenía lo que necesitaba para ser un lugar habitable, tenía una cama, cocina, estufa, refrigerador con comida, un baño, una televisión que otra cosa podría querer ese humano como para que Junsu fuera enviado a su cuidado, con ese pensamiento en mente el chico se paseaba por la casa admirando todo, no le llamó la atención cuando abrió el refrigerador y vio que había muchas botellas de alcohol, es normal que a esa edad a los humanos les guste beber ¿porqué tanto alboroto?
—lo siento, este lugar está en muy malas condiciones— la linda voz de su ángel lo sacó de sus pensamientos
—¿Tu crees? Yo digo que esta bien
—¿bromeas? El lugar es un asco, esta sucio y el pobre chico no tiene mucha comida
— Tiene lo suficiente
— Claro que no, Jaejoong vive en condiciones muy malas
— ¿Cuánto tiempo más estarás con él? La mirada del demonio se volvió oscura
— Hasta que pueda vivir sin meterse en problemas
— okay entonces te ayudaré— Junsu se giró a verlo sin creerse lo que acababa de escuchar
— ¿Porque habrías de ayudarme? A ti te conviene que se ponga peor, así podrías llevártelo al infierno
— Tal vez quiero llevarme a alguien más — dijo con voz ronca mientras se acerca al ángel.
—¿Changmin? ¿Qué pretendes?
—¿Qué acaso no es obvio? Te llevaré al infierno conmigo
Junsu no tuvo de tiempo de decir nada, cuando reaccionó ya tenía sus manos aferradas a los hombros del más alto mientras este lo besaba desesperadamente, ambos sabían que lo que estaban a punto de hacer no era correcto sin embargo a Changmin no le importaba y Junsu quería saber hasta donde podían llegar.
Así fue como terminaron en la cama de Jaejoong, Changmin sobre Junsu besándolo y susurrandole obsenidades, las camisas de ambos habían quedado en algún lugar de la pequeña habitación
Aún en el beso Changmin dirigió su mano hasta los pantalones de Junsu asustandolo
—Espera
— ¿Qué sucede? ¿Tienes miedo? —El sonrojo en la cara del ángel fue respuesta suficiente
— Tranquilo, no haremos nada que no te guste si te sientes incómodo dime y me detendré
— ¿De verdad?
— Claro, el punto es que te sientas bien
—Creí que los demonios se concentraban en su propio placer
—Estas arruinando el momento
—okay continúa — tomó el cuello de Changmin para acercarlo a él y comenzar un nuevo beso, no supo en qué momento sus pantalones y los del otro ya no estaban.
Sintió una corriente eléctrica pasar por su espalda cuando Changmin empezó a frotándose contra el haciéndolo gemir
— ¿Quieres que me detenga?— realmente deseaba que dijera que no pero si Junsu lo pedía lo haría
—No
—Junsu si no me detienes ahora no podré hacerlo después
— No te detengas —dijo bajito
— Bien ya no habrá vuelta atrás — tomó lo que quedaba de sus ropas y se deshizo de ella para subir sobre el ángel comenzando a dar besos en su cara, bajando lentamente hacia su cuello.
Junsu no podía hacer más que suspirar y dejar que Changmin lo manejara, estaba descubriendo muchas cosas pero lo que más le gustaba es que era al lado de Changmin tal vez si valdría la pena ir al infierno.
Se tomó su tiempo para dejar besos y caricias en el cuerpo de su chico quien estaba con los ojos cerrados disfrutando la atención. Changmin decidió que ya había sido mucho cariño y su erección comenzaba a incomodarlo así que procedió a llevar sus dedos a su boca para humedecerlos, cuando creyó que fue suficiente dirigió sus dedos a la entrada del ángel y este se estremeció
—¿Changmin?
— dame un segundo, será rápido
— pero…
—debo prepararte sino dolerá
Con eso Junsu dejó de poner resistencia y abrió sus piernas para la comodidad de ambos. Con cuidado Changmin fue introduciendo dos de sus dedos lentamente a Junsu se le hacía imposible no jadear de dolor pues el nunca había experimentado algo así. Una vez que entraron comenzó a moverlos suave y lento obteniendo pequeños gemidos por parte de Junsu supo que estaba listo cuando esté gemia más alto así que reemplazó sus dedos con su pene, escupió en su mano y esparció la saliva en toda su extensión
—¿Estás listo?
—si…
—¿seguro?
— ¡hazlo ya! — Changmin sonrió mientras se ponía entre las piernas de su chico, tomó su miembro alineandolo en la pequeña entrada hizo presión y la punta entró, ambos soltaron un suspiro. Espero unos segundos a que Junsu se acostumbrara, cuando lo vio asentir comenzó un vaivén lento y placentero
—¿Te gusta?
—Si
—Dime cuánto te gusta
—Me encantas, todo esto es increíble —dijo entre gemidos
Changmin no respondió solo se inclinó para besar los lindos labios del otro sin dejar de moverse encontrando el punto que volvió loco al rubio
—¡Ah! No sé qué fue eso pero hazlo otra vez — el azabache acató la orden dando embestidas más fuertes y profundas así siguió con el mismo ritmo hasta que sintió un cosquilleo avisando que estaba cerca del orgasmo y a juzgar por los gemidos de Junsu sabía que el también.
—Changmin…
—Lo sé, ¿Puedes aguantar un poco más? — Junsu lo miró a los ojos
—No, no puedo
— Tendrás que hacerlo — dirigió su diestra al miembro del rubio comenzando a masturbarlo sin dejar de embestirlo
— Changmin…
— puedes hacerlo — Junsu no espero más y se corrió en la mano del pelinegro, después de unas embestidas más Changmin se corrió en el interior del ángel. Salió con cuidado de él y se acostó abrazando su cintura
— Eso fue increíble — no hubo respuesta por parte de Junsu ya estaba en brazos de morfeo debido al cansancio, de igual manera Changmin decidió dormir un poco.
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Peligrosa Tentación Mi Dulce Perdición [minsu]
De TodoTodo ángel necesita de un demonio no es así? A pesar de que no lo buscó Kim Junsu encontró al demonio perfecto, aquel que sería su perdición pero haría que todo valiera la pena. Shim Changmin era un demonio, uno con el que no te gustaría encontrart...