Me quedo contigo

Capítulo #3

Desperté, estire mis brazos y tallé freneticamente mis ojos. Le di un vistazo a mi reloj; 5:40 am.

-Que temprano- dije entrecerrando mis ojos.

Quite la colcha con la que me había acobijado y me sente en la cama para ponerme mis pantunflas de Pandas *mm*

Tomé mi bata de baño y me adentré a éste. Quite mi pijama y mis pantunflas, despues mi ropa interior.

Abrí la llave del gran yacusi, metí mi dedo gordo en el agua para sentir la temperatura.- Perfecta- dije para al fin meter todo mi cuerpo en la gran tina y sentir el agua tibia que salia de la llave.

Termine de bañarme, salí y vi la hora- 6:40, ¿1 hora, enserio? Creí que tardaría mas- Alcé los hombros sin darle tanta importancia, normalmente estoy acostumbrada a tardarme mas de 1 hora.

Salí de mi cuarto y baje las escaleras lentamente. Me dirigí a la cocina y ¡Vaya! Ahi estaba mi madre preparando el desayuno.

Es raro ya que hay muchachas en la casa que hacen eso, y además, verla ahi es todavia mas raro, ya debería estar en el trabajo y si le habian dado el dia, deberia estar durmiendo, ya que esos dias se levanta a Medio Dia. Pero si, muy raro.

-Buen dia Mami- me acerque a ella para darle un estrujoso abraso y depositar un beso sobre su mejilla.- ¿Y ese Milagro? Digo, deberias estar en el trabajo o durmiendo si te dieron el dia ¿que paso?- me diriji al refri, lo abri y saque la leche, para darle un sorbo de la misma caja.

-Para eso hay vasos- dijo mi madre un poco pesarosa.

-Hmm- gemi aun tomando leche.- Lo siento mami, pero esque tengo flojera de caminar hacia la alacena.

Mi madre puso 2 sandwitch en cada plato y los puso en el desayunador. Se sentó e imité su acto.

-Entonces..- dije para poder agarrar un sandwitch.- Me vas a decir ¿porque no estas en  el trabajo, porque estas en la cocina...- antes de seguir cuestionando a mi madre, le pegué una morida a mi sandwitch y abri mis ojos como platos.- Hmm y porque jamas habia probado tus deliciosos empanedados?- pregunte al fin, y limpie las migajas de pan que habian quedado alrededor de mis labios. Pude ver que mi madre habia esbozado una sonrisa.

¡Vaya! Mi madre es ¡Hermosisima! detras de esas grandes ojeras puedo verlo, no habia tenido tiempo de desayunar conmigo, es decir, en familia y verla aqui, sonriendo, me senti tan feliz de poderla tener aunque sea un dia a mi lado.

-Hija- dijo juntando sus manos y entrelazando sus dedos para inclinarse y poner su quijada sobre estos.- ¿Si sabes que estoy embaraza no? Y falta poco para que tu nueva hermanita salga, y si no ves a ninguna muchacha es porque les di el dia, quiero que me acompañes a comparle cosas a la bebé- sonrió. -¿Que dices he? Necesito opinion de hija.- casi puedo jurar que mi madre casi hacía pucheros para rogarme que fuera con ella.

-Esta bien mamá- dije al fin, me pare del banco, rodie la barra y le di un fuerte abrazo.- Sabes que estoy para ti.

Me hacia tanta falta darle uno de esos abrazos asfixiantes, se sentia tan bien, y ahora... Darles el dia al personas para pasar ¿conmigo? ¡Wow! Sin duda... La mejor madre del mundo.