Jamás debes enamorarte de un músico.

Capítulo 13

El avión había aterrizado en territorio estadounidense debido a fenómenos meteorológicos. John Reid se había encargado de pedir las habitaciones y para cada uno, Freddie le había exigido que debía ser el hotel más costoso de la ciudad, cosa que Reid no pudo negarse y cumplió tal como se le fue ordenado.

Comenzaron a descender rápidamente del avión tapando su cabeza con sus chaquetas por las fuertes lluvias mientras corrían rápidamente hacia dentro del aeropuerto.

—Merecemos ir a un bar, esto fue una mierda. -gritó Freddie entrando junto a los demás-.

—¿Sabías que no es necesario que grites?. -rueda los ojos Brian antes de suspirar y sentarse junto a la chica a esperar que los fueran a buscar-.

—Me vale, querido. -rueda los ojos para luego mirar a Roger- ¿Iras conmigo?.

—Claro Freddie, necesito algo de alcohol para estar mejor .-sonríe antes de sentarse junto a Brian-.

— Creo que tendrás que ir. -murmura Deaky mirando a la chica que se estaba por quedar dormida sobre el hombro de May-.

—No quiero ir, odio los bares. -suspiró negando- Me niego rotundamente a ir.

—Realmente no me importa eso. -interviene Taylor mirándola- Debes ir, siempre obtengo inspiración en esos lugares y debes estar allí para escribir todo lo que te pida.

—Pero, ¿no podrías recordarlas luego?. No son mis lugares favoritos. -suspira mirándolo-.

—Pero nada, irás o te quedarás sin trabajo. -rueda los ojos y se levanta de su lugar para ir con Reid-.

—Realmente no comprendo cómo puedes aguantar a ese idiota sin intentar golpearlo. -suspira y abraza a la chica- Si no tuviera asistente te contrataría sin pensarlo .-sonríe leve-.

—Sólo sigo aquí porque necesito el trabajo, Bri. -suspira y hace una mueca antes de levantarse al escuchar que era llamada por Roger- Te preferiría a ti mil veces antes que a Roger. -ríe antes de salir corriendo hacia donde estaba su jefe-.

—Reid, acaba de confesarme que trabajabas para Bowie y fue por eso te decidieron contratar. -sonríe mirando la chica- .

—Sí, en realidad sólo fue un reemplazo de dos semanas, él fue uno de mis mejores jefes. -sonríe recordando sus jornadas de trabajo junto Bowie-.

—¿Yo que soy?. -levanta una ceja mirando a la chica- ¿Sólo soy un estúpido que tiene que aguantar tu presencia detrás de mí todo el maldito día?.

—Tú solo eres Roger Taylor, él que se dedica a gritarme. -suspira mirándolo y luego a Reid que comenzaba a retar a Roger por sus acciones-.

—Si, tienes razón. -hace una mueca bajando la mirada después de escuchar todo lo que Reid le reclamaba para luego mirar a la chica- ¿Podrías perdonarme por comportarme como un completo idiota?. -suspira y abre los brazos-.

—Si Roger, pero si tienes algún problema puedes intentar pedir ayuda y quizás se pueda solucionar rápidamente. -sonríe antes de abrazarlo fuerte dejando un beso en su mejilla-.

— Lo haré cariño. -susurra dejando un beso en la frente de la chica- Pero por favor necesito que vayas conmigo al bar. -sonríe leve- ¿Irás?.

—Si Roger, iré contigo al bar. -sonríe levemente antes de alejarse de sus brazos- Supongo que ya debemos irnos. -ríe leve viendo que los demás salían del lugar para luego agarrar sus maletas y caminar junto a él-.

Subieron todos a la gran limusina que Freddie había pedido, Deaky ríe al ver que la chica estaba cómoda y no estaba en una lata de sardinas como ella llamaba al auto de Roger.

El camino fue bastante silencioso y algo extraño para la chica que recibía miradas raras de parte de Freddie y Paul quien sólo se dedicaba a reír por lo que Fredd susurraba en su oído.

—Solo ignoralos. -susurra John cerca del odio de la chica antes de abrazarla-.

—Eso intento hacer. -murmura antes de cerrar sus ojos y esconderse en los brazos de él-.

Luego de una hora aproximadamente de viaje llegaron al gran hotel que los esperaba, la lluvia no había parado su intensidad, al contrario estaba cada vez más fuerte, la chica sonrió al pensar que esto sería un impedimento para que Roger no fuera al bar junto a Freddie.

—¿Aún crees que es una buena idea ir al bar? .-hace una mueca mirando a Roger quien se ponía su abrigo para bajar-.

—Es la mejor idea de todas, los bares pueden enloquecer con este clima. -ríe antes de bajar junto a ella corriendo hacia la entrada del gran hotel frente a ellos-.

—¡Diablos! .-rueda los ojos y pasa la mano por su cara sacando varias gotas de lluvia-.

—¿Pensabas que podrías salvarte?. -ríe mientras esperan a los demás-.

— Realmente no creí que estuvieras tan loco como para salir con este clima .-suspira y hace una mueca-.

— Estoy completamente loco. -ríe leve mirándola antes de ir con los demás-.

Comenzaron a entregar las llaves de las habitaciones a cada uno y escucha a Roger quejarse, hace una mueca antes de acercarse a él.

—Deberás dormir junto a mí, así que más te vale que no hables dormida
-suspira entregando la llave a la chica-.

— ¿Por qué?. -murmura confundida siguiendo sus pasos mientras cargaba las maletas y subían al ascensor-.

— Reid no pudo reservar otra habitación y Freddie tiene la más grande con dos camas. -hace una mueca- Supongo que debe haber un sofá en la habitación y dormiré allí. -suspira antes de bajar de este y esperar que la chica abra la puerta para luego entrar y dejar las maletas en la entrada-.

— No era necesario tener una habitación de lujo para mi, mientras pueda dormir esta bien. -sonríe mirándolo antes de sentarse en la cama- Tú dormirás aquí y yo allí. -murmura señalando el sofá-.

— Mientras trabajes para Queen debes conformarte siempre con lo mejor. -ríe leve- Si Freddie te escuchará estaría asesinándote. -ríe acostándose sobre la gran cama de sábanas blancas- ¿No te parece que si dormimos ambos aquí sería mejor?.

—Jamás podría ser así, Roger .-ríe leve- Realmente deberían aprender que el dinero no compra la felicidad. -suspira mirándolo- ¡Eres un tonto, Taylor!. -ríe golpeando la pierna de éste antes de tirarse a su lado y cerrar los ojos-.

— Algún día estaremos juntos y serás la señora Taylor, así que deberías acostumbrarte a esta vida. -ríe antes de agarrar la mano de la chica dejando pequeñas caricias en su piel-.

— Lo se, no compra la felicidad, pero puedes comprarte pollo frito. -ríe cerrando sus ojos- ¿También me dirás eso cuando estemos frente al altar y te diga frente a todos que tienes el mejor trasero del mundo?. -ríe antes de dejar un beso en la mejilla de ella-.