Capítulo 10.

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El sol comenzaba a asomarse por las calles de Londres, provocando que la chica despertará, suspira al ver que seguía allí y se levanta del piso para poder hablar con el portero pero al recordar que las vías de comunicación habían sido desconectadas, hace una mueca y vuelve a su lugar.

La alarma de Roger había sonado 20 minutos antes, hace una mueca y se pone su bata antes de bajar a tomar su desayuno.

— Buen día, cielo. -sonríe Martha dejándole su tazón de cereales sobre la mesa-.

— Buen día  -sonríe levemente antes de besar la mejilla de ella y sentarse en su lugar- Creo que realmente sí renunció. -hace una mueca mirando el gran reloj que colgaba de la pared-.

— Por lo que parece si .-suspira- Ya debería estar aquí.  -hace una mueca antes de comenzar a hacer otras cosas-.

— Martha, en la noche sentí unos gritos fuera de la casa, ¿Sabes algo sobre eso?. -hace una mueca antes de comenzar a comer su cereal-.

— Oh eso, Carl me informó que seguro era una de tus fans. -levanta sus hombros- Luego miraré las cámaras de seguridad.

— Entiendo. -hace una mueca- Iré a hablar con él. -murmuró levantándose de su lugar para salir rumbo a la casilla de seguridad.- Buen día, ¿Sucedió algo en la noche? Escuché unos gritos, ¿Llamaste a la policía?. -hace una mueca entrando para ver las grabaciones-.

— Buen día, señor. En la noche no estuve aquí, pero con gusto le mostraré. -murmura mientras le pone las grabaciones, hace una mueca al reconocer a la chica causante de los gritos que su jefe había escuchado-.

— Luego hablaré con él otro chico entonces. -hace una mueca y luego tapa su boca al reconocer a ____ en las cintas- ¿Sólo sucedió eso?. -murmura obteniendo como respuesta sólo un movimiento de cabeza, para luego salir rumbo a las grandes rejas de la casa en busca de la chica, al no ver nada decide volver a entrar y terminar su desayuno.

La chica se sorprendió que aún estuviera su bolso junto a ella, comienza a buscar unos centavos en su bolso para comprar un café, camina hasta la cafetería que estaba cerca de allí, hace una mueca al verse en el estado que se encontraba.

Entra al lugar llevándose con ella varias miradas de disgusto, paga su café y sale de allí para volver a intentar entrar a la gran mansión. Sonríe esta vez al reconocer el auto de Freddie que esperaba a que las rejas se abrieran para permitir su paso. Corre para poder entrar detrás de ellos pero las rejas cerraron rápidamente dejándola fuera de ellas, la chica gritó con todas sus fuerzas para ser escuchada por Freddie, quien parecía que si la había escuchado, el auto había parado su marcha y la puerta trasera de este estaba siendo abierta.

— Querido, ¿Has escuchado algo?. -hace una mueca bajando del auto, mira hacia todos lados y levanta una de sus cejas al ver que una chica gritaba su nombre desde las rejas, levanta sus hombros, camina hacia ella y abrió grande sus ojos al reconocer a ___-.

—¡Querida!, ¿Qué haces aquí?, ¿Por qué estas así?. -murmura rápidamente pasando sus manos sobre la cara de ella- ¡ABRE ESTA MIERDA DE UNA VEZ!. -grita mirando al portero quien rápidamente cumplió sus órdenes-.

— ¡Fredd!. -sonríe levemente y cierra los ojos al recibir las caricias de él sobre sus mejillas- Desde ayer estoy aquí. -suspira antes de dejar un beso en la mejilla de él-.

— ¡Cielo, te ves terrible! .-hace una mueca mirándola para luego abrazarla- ¿Desde ayer aquí afuera?, ¿Qué carajos hacías?, estás toda mojada. -suspira antes de besar la mejilla de la chica y comenzar a caminar rumbo a la puerta principal-.

— Nadie se vería bien luego de pasar una noche bajo la lluvia. -suspira y lo abraza fuerte provocando que la ropa de él quedará húmeda por el contacto con la de ella- Lo siento. -susurró alejándose un poco- Luego de lo que pasó con Roger, decidí irme de allí sin pensar que mi casa quedaba demasiado lejos del lugar donde estábamos, busque en mi bolso y recordé que había salido sin dinero. -hace una mueca- Así que no me quedaba de otra que venir hasta aquí a buscar mis cosas. -levanta sus hombros-.

— Concuerdo totalmente. -ríe leve y toca el cabello de la chica el cual aún estaba mojado- No te preocupes, tengo más ropa allí dentro. -señala la casa- Debiste informarnos eso, podría haber llamado a alguien para que te llevará a tu casa. -hace una mueca- Ayer vi que tenías tu vehículo aquí. -ríe leve-.

— Por cierto, tu te ves genial. -sonríe mirándolo- Mi orgullo pudo más que las necesidades. -ríe leve y hace una mueca- Así es, también está mi abrigo y las llaves de mi casa. -suspira-.

— Quisiera decir lo mismo de ti. -ríe leve- Muchas veces hay que dejarlo de lado y comenzar a pedir ayuda cuando es necesario. -murmura abriendo la puerta para que ella entre, cerrándola está detrás de él- Creo que fue una buena opción esperar aquí si no tenías las llaves de tu casa. -sonríe leve-.

— Jamás podrás hacerlo Fredd, tu siempre estás perfectamente hermoso. -sonríe- Lo sé, pero estaba muy enojada, no tanto con Roger porque sé que él tenía razón en lo que dijo . -hace una mueca- Sino que lo estaba conmigo misma, por no poder cumplir con las expectativas de él. -suspira- No tenía otra opción que venir para aquí. -ríe leve-.

— Lo sé, querida. -sonríe- Deberías golpearlo, así haces que sus neuronas comiencen a funcionar de una vez por todas. Roger tiene muy pocas expectativas sobre sus asistentes, al pasar por su cama él ignora todo lo demás. -ríe leve agarrando la mano de la chica, comenzando a caminar a la cocina-.

— ¡Querido!, ¿Dónde estás?. -grita entrando a la cocina, encontrando a Roger terminando su cereal, quien rápidamente se levantó de su lugar al ver el estado de la chica-.

— Lo tendré en cuenta, Fredd. -ríe leve- Entonces prefiero no cumplir sus expectativas. -niega y suspira para luego entrar con él y morder levemente su labio al ver la cara del rubio al notar su presencia-.

— Hola, Fredd. -sonríe mirándolo y abre sus ojos al ver a ___ con un estado deplorable frente a él- ¿Y a ti que te sucedió?. -hace una mueca- ¿Y qué diablos hacías frente a mi casa a tardes horas de la noche?.

Jamás debes enamorarte de un músico.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora